Hüzün, el espectáculo que se vuelve un ritual y un espacio para honrar la vida y la muerte
“Hüzün" aborda la importancia de los rituales funerarios en culturas como la mexicana y la colombiana, destacando lugares como San Basilio de Palenque y los pueblos Zapotecos
Karina CoronaLa palabra turca Hüzün engloba una gama de emociones asociadas con la pérdida: tristeza, melancolía, añoranza y reflexión. Para la directora Sandra Milena Gómez Cabarcas representa, además, una forma de realizar un ritual de despedida, y así liberar el dolor y honrar la vida.
Estas reflexiones se pueden ver materializadas en la pieza titulada Hüzün. Con una duración de 65 minutos, la obra interdisciplinaria, fusiona elementos de danza, visuales y música con el fin de convertir el escenario en una ofrenda y un espacio seguro para quienes no tuvieron la oportunidad de despedirse de sus seres queridos, ya sea por contextos migratorios, de violencia y crisis sanitarias.
“Me gusta pensar en Hüzün como una forma de despedirme de una de las personas más importantes de mi vida; su proceso de creación ha sido la forma de atravesar mi duelo y también una oportunidad para abrir, desde las artes, espacios para conversaciones sensibles a la memoria de los duelos inacabados que por diferentes razones algunas personas debemos afrontar”, explica Sandra Milena Gómez Cabarcas, directora de la puesta en escena.
El rescate de la memoria
Desde lo individual hasta lo colectivo, el montaje destaca la importancia de estos ritos en culturas como la mexicana y la colombiana, en comunidades residentes que mantienen sus tradiciones funerarias como forma de resistencia y memoria, como San Basilio de Palenque, en Colombia y los pueblos Zapotecos de México, donde la violencia y el capitalismo han impactado profundamente.
Dividida en cuatro actos – muerte, dolor, limbo y retorno a la vida – la obra presenta textos poéticos basados en experiencias personales y reflexiones sobre la pérdida de los rituales funerarios tradicionales.
En un tejido en el que se entrelazan, la danza, los textos principalmente poéticos, el teatro, la música y los visuales se explora una espiral de diferentes estados relacionados a la pérdida como: desasosiego, dolor, fragilidad y fortaleza, enfatizando la importancia de la comunidad en el duelo; es una espiral porque así como los actos en los que está dividida la obra, la vida está conectada infinitamente con la muerte.
“Me llevo de la pieza la oportunidad de reflexionar sobre la pérdida de los rituales funerarios tradicionales debido a la globalización, la violencia y la industria funeraria, así como a reconocer comunidades que defienden sus costumbres fúnebres, haciendo de ellas una forma de generar memoria”, concluye Gómez Cabarcas.
El elenco
La pieza se realiza gracias al trabajo del ensamble compuesto por:
Nadia Cuevas, Karen Martínez Rojas, Daniela García, Andrea Bautista, María Antonieta Sánchez y Sandra Milena Gómez.