[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”0_xijaoyxo” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Caminando a contrarreloj sobre Paseo de la Reforma, dos hombres de barba y anteojos llevan mochila al hombro y se pierden entre los demás transeúntes de la Ciudad de México, pero dos días antes, fueron tratados como rockstars en el escenario del HAY Festival Querétaro, donde cerraron el encuentro literario que llegó a su tercera edición este año.
Al interior de sus mochilas portan sus instrumentos, no son musicales, pero les permiten ejercer arte grafico: pinceles, plumones, portaminas, estilógrafos, además de sus libretas y hojas sueltas listas para ejercer su profesión.
Alberto Montt y Ricardo Siri “Liniers” se toman los elogios de manera despreocupada e incluso se burlan de ello, autodenominándose “nerdstars” y bromeando con que en lugar de tirar baquetas y púas al público, ellos avientan sus plumones a la audiencia.
Así es como “Liniers” y Montt se consideran todavía ilustradores de nicho, cada uno desde su trinchera, en Argentina y Chile, respectivamente.
Con sus caricaturas, cada uno a su manera, se burla de personajes o situaciones tan diversas como el sexo, el amor, la religión, Batman, David Lynch, Michael Jackson y por supuesto, Donald Trump.
“Creo que el humor es una buena herramienta para desnudar al emperador, para mostrarle cómo estaba desnudo efectivamente y sobre todo, porque los políticos no tienen sentido del humor. Muchas veces te das cuenta que tipos como Donald Trump le tienen más miedo a la burla que le hacen en Saturday Night Live, que a lo que escriben en los diarios”, afirma “Liniers”.
Montt también explica que a él le gusta ser insurrecto en sus tintas, porque se siente perturbado con la realidad, es así como busca causar escozor con sus trazos, sin importar la crítica que venga después.
Los moneros vinieron para una gira corta de su espectáculo Los ilustres, en el cual hacen Stand up ilustrado, o sea, que mientras uno habla de manera improvisada, el otro va dibujando la conversación para proyectarse en una pantalla que pueda ver el público, su siguiente fecha será el viernes 14 de septiembre en Guadalajara, en Casa Territorio, y volverán para la Feria del Libro de Oaxaca, del 20 al 28 de octubre.
Añoranza por Watterson
Entre sus devaneos ilustrados, tanto Montt como “Liniers”, apelan a personajes infantiles que conviven con mascotas o animales imaginarios, como lo hiciera Bill Watterson con Calvin y Hobbes, en los 90. Esto en parte es un homenaje y también su propia versión de observar al mundo como si fueran niños.
“Sin duda lo que hizo Watterson fue crear un molde de galleta, que otros hemos tomado y lo rellenamos con nuestras propias vivencias y miedos. Igual es lindo que te comparen o que sientan, quien lo lee, que el referente es ese”, comparte Montt, que dibuja Laura y Dino.
Siri, por su lado, considera que Watterson se convirtió en el J.D. Sallinger de los ilustradores, ya que el comic de Calvin y Hobbes duró una década y después nunca más volvió.
“Me parece que lo que hace muy bien Watterson es eso, los chiquitos se enganchan con que Calvin se porta mal y los grandes nos reímos de las idas y vueltas de poder que tiene entre Calvin y sus padres, es una historieta perfecta”, argumenta “Liniers”, creador de Las aventuras de Enriqueta, Fellini y Madariaga.
Las recomendaciones mutuas
Los humoristas gráficos hablan de lo que han leído o visto recientemente, sobre todo, son títulos que se pasan entre los dos y que comparten con su público:
Behind the garden Wall
“Yo no la había visto, tiene tres años al parecer, fue como un baldazo de alegría, tristeza, dolor”.
Rick & Morty
“Para mí es mejor que…. No sé, Breaking bad o Los Sopranos, digamos”.
The outsider
“Estoy leyendo el último libro de Stephen King (…) ¿sabes sobre qué es el libro? Sobre el cuco, ¡el cuco! Llegó el malo de mi infancia, el hombre de la bolsa que se roba a los niños”
El humor sesgado
Temas como el #MeToo, el aborto, la cosificación de la mujer, entre más cuestiones delicadas, actualmente son demasiado vulnerables como para tocarse en el campo de la comedia, por lo que Montt y Liniers van con cautela, además de que les estresa que se tergiverse la información.
“Todas estas discusiones son importantes, ahora como humoristas, a los dos nos duele muchas veces que hay espacios de diálogo que se van cortando, que la gente no se anima a decir cosas porque se descontextualiza y a mí eso también, como alguien que vive de la libertad de expresión, me preocupa que te corten el derecho de libertad de expresión por derecha o izquierda”, indica Siri.