¡No sirve para nada!

Durante más de dos siglos la homeopatía se ha discutido un lugar en el campo de la medicina y aunque ha ganado terreno, ahora sufre un segundo revés.

En esta ocasión ha sido un grupo  de investigadores australianos quienes revisaron los estudios, ensayos y artículos “científicos” realizados sobre dicha área.

El primer golpe lo asestó la FTC en Estados Unidos al exigir que, en los empaques o envases de los  tratamientos homeópatas, se muestre que son efectivos para determinadas enfermedades.

La medicina homeopática ha sido señalada como ineficaz desde hace muchos años por diferentes instituciones médicas en todo el mundo, sin embargo continua ganando adeptos y es utilizada por millones de personas, sobre todo por su bajo costo y la amplia difusión que se le da a los productos de esta índole.

Tanto así que las cifras van en ascenso en la industria de la medicina al – ternativa y de acuerdo con Life News se pronostica que las ven – tas alcanzarán 7.5 mil millones de dólares en 2017.

LA NUEVA DESACREDITACIÓN

E l macroestudio que ter – minó por desacreditar a la medicina homeopática lo realizó el Consejo Nacional de Investigación Médica y de Salud de Australia que consideró más de mil 800 documentos médicos sobre la práctica en cuestión -la cual se basa en el principio de sustancias curativas superdiluidas- demostrando de manera tajante que esta es por completo inútil.

Dentro de las investigaciones realizadas los expertos se toparon con alrededor de 200 estudios que cumplían con el rigor científico para ser tomados en cuenta.

Al analizar dichos documentos se llegó a la conclusión de que “ninguno de ellos aportaba bases netamente científicas que sus – tentaran que la homeopatía es efectiva para tratar enfermedades u otras condiciones de salud”.

Otros análisis ya habían refutado tanto los principios de la homeopatía como su eficacia en el tratamiento de enfermedades, e incluso es calificada como pseudociencia por muchos especialistas. Y este rechazo no está del todo mal fundamentado.

MEDICINA DE HACEDOS SIGLOS

Tal vez se pueda comparar a la homeopatía con algunos métodos chinos ancestrales por ser antigua.

Sin embargo la medicina homeopática fue inventada por un alemán llamado Samuel Hahnemann en 1796.

No fue un desarrollo o descubrimiento científico como la penicilina, que sí es un antibiótico de origen natural.

La homeopatía no es una medicina tradicional.

Fue inventada cuando aún se desconocían las causas de infinidad de enfermedades, incluso muchas que nos afectan hoy en día ni siquiera habían aparecido el el siglo XVIII.

Tampoco se basa en el uso de plantas medicinales, sino que está fundada en el principio de “lo similar cura lo similar”, es decir, una sustancia que provoca una enfermedad en personas sanas “cura” esa misma afección en los enfermos.

El segundo principio es la “dilución límite”, las grandes cantidades de la sustancia podrían agravar los síntomas, entonces se decidió diluirlas sucesivamente en agua con la creencia de que “a menos dosis, más eficacia”.

Y es precisamente este punto por lo que se considera que los preparados homeopáticos líquidos son sólo agua.

En el caso de las pastillas se les añade azúcar para que tengan un sustrato sólido. Por irónico que resulte, este tipo de productos sí son naturales, ya que en los tiempos de Hahnemann no existían los fármacos procesados como hoy en día.

Un complemento

La Asamblea Nacional de Homeopatía, en representación de médicos, veterinarios y farmacéuticos, ha elaborado un manifiesto en el que asegura que “en ningún caso” ha dicho que la esta cure el cáncer y precisa que no sustituye a otros tratamientos oncológicos.

De acuerdo con medios españoles, entre ellos

La voz de Galicia, El Mundo y ABC , lo anterior tuvo lugar porque el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac) alertó sobre el aumento de pseudoterapias que afirmaban curar por sí solas la enfermedad, entre ellas se mencionaba a la homeopatía.