Hace poco las fotografías de Roberto Bete, hombre trans, que fueron publicadas por Calvin Klein se volvieron virales, ya que él está embarazado, lo cual causó revuelo en redes sociales.
Lo anterior, debido a que, aunque cada vez hay más respeto hacia las personas de la comunidad LGBT+, aún siguen existiendo temas que son tabúes, por este motivo, Roberto contó para el diario ‘O Globo’ cómo ha sido este proceso para él.
Así fue su transición a hombre trans
Roberto señaló que desde que era joven no se identificaba con lo femenino y tampoco le gustaba en su cuerpo: “el pelo, la ropa, siempre quise verme lo más andrógina posible”, compartió para ‘O Globo’
De esta forma, cuando cumplió 14 años se asumió como lesbiana, pero no fue una identidad con la que encajara del todo y fue hasta que tuvo 22 años que descubrió se podía realizar la transición de género.
“Entonces comencé a comunicarme con otros chicos trans y ahí fue cuando me di cuenta, vi que tenía esta posibilidad, que realmente podía transformarme en un hombre”, señaló.
Por este motivo comenzó con su transición: “Tomé hormonas recomendadas por un profesor en el gimnasio. Sé que no es recomendable, pero en ese momento no había tanta información y visibilidad”.
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En el camino, descubrió que había un hospital para personas trans, por lo cual acudió y esperó a que se abriera una vacante. Cuando lo consiguió le ayudaron en su proceso con acompañamiento médico, endócrino y psicológico.
“A los tres años me hice la mastectomía, que era lo que más deseaba”, comentó y fue en 2019 que conoció a Erika, una mujer trans, y quien es su actual pareja, con la que tendrá a su bebé. El cual se llamará Noah.
El proceso para quedar embarazado
“Ella tenía el deseo de ser madre y empezamos a discutir el tema de que yo me quedara embarazado. Al principio me sentí muy ofendido: quería ser padre, pero no quería tener un hijo, eso nunca se me pasó por la cabeza”, señaló.
Por este motivo, con ayuda de su pareja tuvo que deconstruir el tema “de que tener un hijo es cosa de mujeres, que un hombre no se embaraza”, por lo cual, tomó la decisión de buscar quedar embarazado.
Para ello, ambos dejaron sus tratamientos hormonales: “Dejamos de tomar hormonas. Me tomó mucho tiempo para que mi útero volviera a funcionar, para tener un ciclo menstrual”.
No obstante, esto trajo diferentes complicaciones para Roberto, ya que le afectó física y emocionalmente: “Esta fase fue muy mala, pasaron muchas cosas, dejé el trabajo, tuve depresión. Me volví más tranquilo, más triste, mi libido cayó”.
Erika, por su parte, también sufrió los efectos de dejar su cuerpo sin hormonas tras mucho tiempo de tomarlas para poder realizar su transición: “ el pelo volvió a crecer, la piel se hizo más gruesa, la testosterona volvió con mucha fuerza”.
Lo cual, les llevó a tener problemas: “Cuando llegó el embarazo fue un susto porque nuestra relación estaba en crisis y hasta nos habíamos rendido”; no obstante, comprendieron que “el conflicto había sido causado por la hormona”.
Finalmente detalló que está feliz por haber vivido este proceso, pero que no volvería a hacerlo, ya que está ansioso por recuperarse a sí mismo, sus rutinas y volver con sus hormonas.