Si se le pregunta por Winona Ryder a quien fue veinteañero en los años 90, es muy probable que responda que la actriz fue de sus primeros amores platónicos… sobre todo porque su interpretación de Mina en la cinta “Drácula” (1992) la convirtió en un ícono para el público masculino.
Fashionista y famosa en sus 20, desapercibida en sus 30, la actriz y productora de 45 años regresó para quedarse con la serie “Stranger Things” (2016), pero ha recorrido todo lo que una celebridad de Hollywood puede recorrer: fama, decadencia y escándalos sin llegar a los extremos como algunas estrellas del gremio.
Nacida en Minnesota, Winona se mudó a los siete años de edad a una comunidad en Rainbow, California. Ahí vivió con su familia (y otras siete familias), en un entorno sin electricidad o televisión.
Ryder se interesó fuertemente en la lectura y su gusto por la actuación comenzó a desarrollarse cuando su madre le ponía películas en un proyector en el granero de la comunidad.
Después se fue a vivir a Petaluma, California, en donde fue víctima del bullying pues sus compañeros creían que era un niño afeminado, ya que llevaba el cabello corto en esa etapa de su vida. Por esa razón, se educó en casa.
Estudió teatro en la pubertad, casi se ahoga y por ello le teme al agua y su debut fue en la película “Lucas” (1986).
A partir de ese año, Winona se convirtió en el amor de todos, incluido Johnny Depp, con quien actuó en “El joven manos de tijera” (1990). De hecho, Depp se tatuó “Winona Forever” (“Winona por siempre”, en inglés) en un brazo.
Tras la ruptura, Depp cambió el tatuaje a “Wino forever” (“Borracho por siempre”, en inglés).
Después, llegaron las cintas que probaron que Ryder era algo más que la cara de moda en aquel entonces. Entre ellas están “La edad de la inocencia” y “La casa de los espíritus”, ambas de 1993, y un año después su icónica participación en “Mujercitas”.
Tanto “La edad de la inocencia” como “Mujercitas” le valieron nominaciones al Oscar, pero no obtuvo la estatuilla. El Globo de Oro sí le llegó a las manos por la primera.
Y es que Winona puede ser la jovencita de “Beetlejuice” (1988), una tripulante en “Alien: Resurrection” (1997) o la actriz que en 2001 fue arrestada por el robo de 5 mil 500 dólares en ropa y accesorios de la tienda Saks Fifth Avenue, en Los Ángeles. Tras el atraco, Ryder dijo no arrepentirse de haberlo cometido porque no había dañado a ninguna persona.
Sin duda, Winona Ryder es una de las caras que no se olvidan de Hollywood, a pesar de que pasó años desapercibida y apareciendo en cintas como “Mr. Deeds” (2002).
Para muchos está atrapada en la nostalgia y el año pasado regresó al ojo público con la serie “Stranger Things” y el fin de semana acaparó las miradas por sus diversas gesticulaciones durante la entrega de los SAG Awards.
Con la segunda temporada de dicha serie en puerta –que tiene encantados a los millennials–, es muy probable que Winona tenga el segundo aire en su carrera, ahora más madura pero con la misma cara –y gestos– que ponía en los años 90.
Winona por siempre
Si se le pregunta por Winona Ryder a quien fue veinteañero en los años 90, es muy probable que responda que la actriz fue de sus primeros amores platónicos… sobre todo porque su interpretación de Mina en la cinta “Drácula” (1992) la convirtió en un ícono para el público masculino.
Fashionista y famosa en sus 20, desapercibida en sus