No solo son las náuseas matutinas y el vómito, cuando las embarazadas padecen hiperémesis gravídica, la gestación se vuelve una etapa “infernal”, ya que dichas dolencias pueden perdurar hasta pasado el primer trimestre y de manera extrema.
La hiperémesis gravídica también puede provocar deshidratación y pérdida de peso.
Las mujeres tienen mayor riesgo de padecer hiperémesis si la tuvieron en embarazos previos o si tienen propensión a marearse por movimiento.
La Duquesa de Cambridge, Kate Middleton, anunció que espera a su tercer hijo con el Príncipe William y sufre dicha condición, misma que tuvo durante sus primeros dos embarazos (de George y Charlotte).
De hecho, cuando estaba embarazada de su primogénito estuvo convaleciente en el hospital unos días.
Las actrices Kate Winslet y Gwyneth Paltrow también tuvieron problemas por el malestar durante sus embarazos.
¿Cómo evitarlo?
La hiperémesis gravídica se puede prevenir:
>> Haz varias comidas ligeras en el día, en lugar de tres pesadas
>> Procura consumir alimentos fríos, pues tienen olores menos fuertes que los calientes, así habrá menos probabilidad de náusea
>> Evita las comidas grasosas y opta por dietas blandas
>> Manténte hidratada durante el día y consume vitamina B6
>> Alejarse de factores ambientales que aumentan el riesgo de náusea (como el humo del cigarro)
>> Dejar el estrés y la ansiedad