¡Hasta siempre, José de la Colina!
El intelectual nacido en Santander, España, el 29 de marzo de 1934 y radicado en México desde 1940, dejó un gran legado en los géneros de narrativa, ensayo y crítica literaria, además de haber fundado varias publicaciones periodísticas de corte cultural
José Pablo EspíndolaEl escritor, ensayista, periodista y crítico literario José de la Colina falleció ayer a los 85 años en su casa ubicada al sur de la Ciudad de México.
De la Colina nació en Santander, España, el 29 de marzo de 1934. Fue hijo de un impresor, militante anarcosindicalista y capitán de la infantería republicana. Junto con sus hermanos y madre, José fue exiliado a Francia y Bélgica mientras su padre combatía en el frente.
Tras ser vencida la República española, la familia viajó a República Dominicana, Cuba y finalmente a México, donde radicó desde 1940.
“Todos somos exiliados: comenzamos expulsados del vientre materno, luego somos expulsados de la infancia, de la juventud, etcétera. Yo he sido sucesivamente exiliado de España, de Francia, de Bélgica, de Santo Domingo, de Cuba, de México (aunque luego retorné); exiliado de varios periódicos (ahora soy exiliado de la revista Vuelta), y me faltan unos cuantos exilios más, hasta el definitivo”, decía el escritor.
Fundador y colaborador de numerosas publicaciones del quehacer cultural del país, ingresó al Sistema Nacional de Creadores de Arte en 1994. Fue Premio Nacional de Periodismo Cultural 1984 por El Semanario Cultural de Novedades. Premio Mazatlán de Literatura 2002 por Libertades imaginarias. En 2005 recibió un Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Obtuvo la Medalla de Bellas Artes 2009 y el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2013 por De libertades fantasmas o de la literatura como juego.
“José de la Colina dedicó su don para las letras a explicar imágenes. Narrador y cronista, antes que nada fue crítico de cine, tarea que emprendía con gusto, memoria y filo crítico. Lamento mucho su fallecimiento”, expresó el investigador de la UNAM Raúl Trejo Delarbre.
Aunque nunca se consideró crítico del “arte de fantasmas”, como llamaba al cine, José de la Colina fue miembro fundador en los años 60 del grupo Nuevo Cine y de la revista que llevó el mismo nombre. También escribió innumerables críticas sobre el séptimo arte y tradujo guiones de Buñuel, Truffaut, Bergman y Godard, entre otros libros especializados.
“Nunca lo fui, si acaso escritor sobre el cine, porque no lo sometía a gran análisis. Hablaba de una película como en un ensayo, un poco divagando. De eso viví y me acabé de profesionalizar en la escritura”, comentaba.
Creadores, instituciones y funcionarios lamentaron el fallecimiento del escritor de obras como Cuentos para vencer a la muerte (1955); Ven, caballo gris (UV, Ficción, 1959); La lucha con la pantera (UV, Ficción, 1962); Los viejos (1971); El mayor nacimiento del mundo y sus alrededores (Fonapas, 1982); Traer a cuento. Narrativa (1959-2003) (FCE, Letras Mexicanas, 2004); Portarrelatos (Ficticia/UNAM/Difusión Cultural, 2007) y De algún tiempo a esta parte. Relatos reunidos (Era, 2014), entre otros.
“Los viajes no son convencionales: a veces se trata del viaje de la mirada por la cajetilla de Faros o por un dibujo de Picasso, o hablar del viaje de Cervantes, o trasladarse a través de la televisión a Chile en el momento del golpe militar. Pero siempre siento que lo que une es el tema del viaje y que el mismo acto de escribir es una especie de ir y venir: uno parte desde unas palabras y concluye en otras”, decía De la Colina.