Muertos de hambre

¿Qué desayunaste hoy? ¿Te dieron postre? ¿Interrumpes las tardes para un antojo?

Mientras te decides entre papitas fritas, elote desgranado o un chocolate, hay personas en el mundo que pasaron un día más sin ingerir alimento.

De hecho, de acuerdo al movimiento global DoSomething.org, alrededor de alrededor de 842 millones de personas consumen menos de 2 mil 100 calorías al día.

70%
Aumento de la producción de alimentos necesaria para alimentar a la población en 2050
Cada 10 segundos muere una niña o un niño por causas relacionadas con la desnutrición
Cada año nacen 17 millones de niños desnutridos, debido a que sus madres tuvieron desnutrición en el embarazo

¿Qué desayunaste hoy? ¿Te dieron postre? ¿Interrumpes las tardes para un antojo?

Mientras te decides entre papitas fritas, elote desgranado o un chocolate, hay personas en el mundo que pasaron un día más sin ingerir alimento.

De hecho, de acuerdo al movimiento global DoSomething.org, alrededor de alrededor de 842 millones de personas consumen menos de 2 mil 100 calorías al día.

Como menciona el Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas (PMA), uno de cada nueve seres humanos en el planeta no tiene suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa.

El PMA indica que la gran mayoría de las personas que padecen hambre en el mundo viven en países en desarrollo, en donde el 12.9 por ciento de la población presenta desnutrición.

La poca o nula nutrición provoca el 45 por ciento de las muertes en niños menores a cinco años.

En 2015, el Banco Mundial señaló que 75 millones de personas en América Latina y el Caribe viven en pobreza extrema, la mitad habita en México y Brasil.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), coloca a México como el segundo país con mayor desigualdad económica. “Una de cada dos personas en México vive en pobreza”, según el Reporte Desigualdad de la Oxfam de 2015.

Y la pobreza es la causa principal del hambre. Entre los factores que contribuyen a la pobreza están la falta de recursos, la distribución extremadamente desigual y los conflictos en los países.

Lo peor del panorama es que en el país hay 7 millones de personas con pobreza alimentaria (sus ingresos no son suficientes para obtener una canasta básica). Y los programas y campañas para combatir este grave problema han fracasado.

Es decir que alrededor de 55.3 millones de mexicanos viven en pobreza. Y uno de cada tres niños indígenas padece desnutrición crónica, según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012).

México no ha podido

Las soluciones y alternativas para combatir la pobreza alimentaria y la desnutrición que ha implementado México no han sido efectivas.

“La Auditoría Superior de la Federación, el órgano fiscalizador de los recursos públicos, revisó el cumplimiento de los objetivos y las metas de la estrategia denominada Cruzada Nacional contra el Hambre y encontró que las deficiencias en su implementación no garantizan que se haya disminuido el número de personas en esa condición”, dice Zorayda Gallegos de El País.

“Las deficiencias en la implementación, focalización y coordinación de acciones en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre no permitieron verificar en qué proporción se garantizó el acceso a la alimentación y a los demás derechos sociales de los 7 millones de personas en pobreza extrema alimentaria, lo cual no garantizó que se contribuyó en la erradicación de la prevalencia del número de personas en esa condición”, dice el dictamen de la Auditoría Superior de la Federación.

Como dice Gallegos, la auditoría advirtió que las acciones no ayudaron a alcanzar los objetivos de garantizar a las personas una vida digna, “con alimentación suficiente y de calidad ni a estar protegidas contra el hambre”.

Y agrega que “tampoco se adoptaron las mejores prácticas ni las medidas necesarias que aseguren la posibilidad de impactar de manera positiva en los 400 municipios con pobreza extrema que fueron seleccionados para el programa federal”.

Tal vez la solución está en escuchar a los ciudadanos y sus propuestas, así como en imitar proyectos como los que se han puesto en práctica en países que han recibido a migrantes, tales como Alemania y Canadá.

Menú a futuro

Entre las nuevas propuestas para combatir el hambre en el mundo están una dieta a base de insectos. Estos animales son una fuente rica de proteína, calcio y diversos minerales.

Soluciones ‘pal monte’

Mientras gobiernos y organizaciones sin fines de lucro implementan planes y proyectos para combatir el hambre, la ciencia se ha inclinado hacia planes que suenan descabellados y que inclusive podrían no ser del todo eficaces… ¿o si?

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indica que las plantas son un camino para compensar la alimentación y sugiere que la población cultive sus propios productos, en jardines en el hogar.

Y en 2013, la FAO estableció que los insectos podrían ser la vía para combatir el hambre a nivel global. “No estamos diciendo que la gente deba comer bichos”, dijo en un comunicado Eva Muller, de la FAO. “Lo que decimos es que los insectos son uno de los recursos que brindan los bosques, y se encuentra prácticamente por explotar su potencial como alimento, y sobre todo, como pienso”.

Pero, hasta ahora, no se ha garantizado que estas opciones sean viables para que las poblaciones puedan alimentarse y para que la desnutrición deje de ser un problema de salud y economía para los países en desarrollo.

Planeta precavido…

Un planeta precavido vale por dos. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2050 habrá en el mundo 9 mil 600 millones de habitantes. Es decir 33 por ciento más que los 7 mil 400  millones que hay actualmente. Esto supone un reto para las naciones, ya que alimentar esa cantidad de personas será difícil si no se implementan iniciativas para el buen aprovechamiento de los recursos.

Alternativas efectivas

Si los programas de gobierno e iniciativas no fncionan –como ha sucedido en países como México–, se pueden imitar las buenas ideas que se han implementado en otros lugares, con alternativas que provienen de ciudadanos preocupados por el prójimo.

Un ejemplo es el de Massimo, Bottura, uno de los mejores chefs del mundo. A través del documental “El teatro de la vida” (2016), dirigido por Peter Svatek, Bottura le demuestra al mundo que en los restos de los alimentos también se pueden encontrar manjares y banquetes que alimentan tanto el cuerpo, como el espíritu.

El chef Massimo instaló en su natal Italia un comedor sin techo con la comida que sobró de la Expo de Milán y este proyecto se replicó en los Juegos Olímpicos de Brasil.

Este tipo de ideas se pueden improvisar dependiendo de cada país y, por ejemplo, los restaurantes podrían aplicarlo para así alimentar a los barrios más pobres. El documental está disponible en Netflix.

Desnutrición crónica

La desnutrición crónica es un proceso por el que las reservas que tiene el cuerpo se agotan porque la persona tiene una carencia de calorías y proteína. Esto provoca que fetos, niños y adolescentes no tengan el desarrollo y crecimiento adecuado.

La basura es su manjar

La desigualdad está presente en las grandes ciudades y destinos de México, tales como Cancún, en donde se pueden ver escenarios paradisíacos y lugares en donde las personas no tienen para comer.

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