La posible inflación de los precios del sector de los servicios por la celebración del Mundial de Brasil, que se llevará a cabo el próximo junio, no es lo único que teme el país sudamericano. Ya que los posibles ataques de hackers son otra amenaza que promete con cumplirse, así como en los Juegos de Invierno en Sochi.
“Ya estamos haciendo planes”, dijo a Reuters un supuesto hacker que se dice llamar Eduarda Dioratto. “No creo que haya mucho que puedan hacer para frenarnos”.
Por medio de una conversación vía Skype con Dioratto y otros miembros de Anonymous, la red internacional de hackers, el colectivo dio a conocer el impacto que podrían tener estos ataques durante la Copa. Ya que el evento deportivo ofrece una audiencia global sin precedentes y un momento oportuno para atacar “sitios oficiales (de la FIFA y el gobierno) y de las compañías que patrocinan la Copa”, apuntó el hacker de nombre Che Commodore.
Y es que Brasil está especialmente vulnerable debido a diversos factores que tienen al país de cabeza: una pobre infraestructura de telecomunicaciones, poca inversión en seguridad informática y grupos de cibercriminales que gozan de uno de los más destacados modus operandi en su ramo de América Latina y el mundo.
Y los cibercriminales brasileños ya están causando problemas con la venta de boletos falsos.
William Beer, experto en ciberseguridad de la consultora Alvarez & Marsal, dijo que no hay duda de que la Copa será blanco de ataques. Lo que aún se desconoce es cuándo ocurrirán los mismos, por lo que aspectos como la capacidad de hacer frente a las ofensivas y la respuesta del país “se vuelven extremadamente importantes”.
Por su parte, José Carlos dos Santos, jefe del comando cibernético del Ejército brasileño, expresó que “sería insensato que una nación dijera que está 100 por ciento preparada para una amenaza. Pero Brasil está preparado para responder a las amenazas cibernéticas más probables”.
Según Reuters, Anonymous se valdrá de “ataques de negación de servicio”, el mismo método con el que saturaron el servidor y deshabilitaron los sitios de los principales bancos del país, como Banco de Brasil, Itaú Unibanco y Bradesco.
Ese método de ciberataques es “rápido, dañino y relativamente simple de ejecutar”, dijo Che Commodore.
