Hacerle frente al miedo con La Cuarentena de nunca acabar

Lanzan la primera temporada de La Cuarentena de nunca acabar, un podcast compuesto por cinco capítulos que cuentan diferentes perspectivas, historias y sentimientos vividos a raíz de la pandemia por COVID-19
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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A través del acto de escuchar, La Cuarentena de nunca acabar busca hermanar y crear comunidad; así, la voz y el encuentro se vuelven herramientas para fomentar la sororidad y la colectividad.

El proyecto es un podcast que surgió a partir de la inquietud de los realizadores de Relatos de la Noche, Antifaz Política y El Día después, para hacerle frente a la pandemia y a los sentimientos de soledad y ansiedad que se manifestaron en la sociedad.

“Creamos esta iniciativa porque sentíamos, que no sólo no había historias que no se estaban contando, sino que no estábamos escuchando, que a lo mejor estábamos solas en esta cuarentena, pero que afuera había muchas historias similares a las nuestras y no las estamos volteando a ver, queríamos hacer comunidad y que sientas que no estás sola o solo en un momento terrible y de cambio para todas y todos”, explica Ixchel Cisneros, directora y creadora del podcast.

La llegada inesperada del COVID-19 ha transformado los hábitos, costumbres e, incluso, formas de vivir, es por ello que a través de esta actividad buscan generar un espacio para poder conversar sobre todo lo que ha dejado la actual contingencia sanitaria.

Un ejercicio desde la hermandad

Se trata de un ejercicio que abre paso a la empatía, solidaridad, apoyo y cuidado con el objetivo de reconocerse en las historias de las demás personas y crear una red de acompañamiento.

“Para nosotras era muy importante hacer algo que te lo pudieras llevar, algo muy sencillo para consumir, estábamos pensando en todos estos conflictos con nuestras audiencias para que se les hiciera más cercano”, indica Ixchel.

Además de compartir las experiencias, el proyecto La Cuarentena de nunca acabar desea que todas y todos los escuchas se identifiquen, incluso, si así lo desean, puedan pedir apoyo.

“Con este espacio buscamos que te sientas identificada, ser solidario con otras personas; además, si necesitas apoyo en tu salud mental nosotros te ayudamos a que te vincules con organizaciones que están capacitadas y puedas trabajar tu salud mental que para nosotros era muy importante en el desarrollo de este dar un paso más”.

“Sí, estamos muy mal, nos han pasado cosas terribles. Quizá algunas cosas ya superamos, otras no, pero aquí hay personas que te pueden ayudar a trabajarlo, esa es la idea principal de podcast”
Ixchel CisnerosDirectora y creadora

Con La Cuarentena de nunca acabar buscan Ixchel Cisneros y su equipo creativo apoyar a quienes han padecido algún tipo de afectación, como miedo, preocupación o estrés; y que, además, se suman a los cambios de rutina en la vida diaria que se realizaron con el fin de contener y frenar la propagación de la enfermedad, tales como el distanciamiento social, el trabajo desde el hogar o la educación a distancia, sin contar la pérdida de familiares y conocidos.

El resultado en la salud mental y física es una serie de afectaciones, como lo muestra un estudio reciente de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), donde se indica que a un tercio de las personas que sufrieron COVID-19 se les ha diagnosticado un trastorno neurológico o mental; mientras que un sondeo de UNICEF arroja que el 27 por ciento de los jóvenes siente ansiedad y 15 por ciento depresión. El 73 por ciento de adolescentes sintió la necesidad de pedir ayuda con relación a su bienestar físico y mental. Sin embargo, el 40 por ciento no pidió apoyo.

“Hay muchas opciones de ayuda, pero muchas veces no las conocemos; sin embargo, en un país como éste, que nos ha enseñado a tragarnos nuestros sentimientos, a no decir cómo nos sentimos. El que te des cuenta que no solamente hay personas viviendo lo mismo que tú, sino personas que te pueden ayudar, creemos que es de mucha importancia, que sientas esta empatía por parte de las personas, que te escuchan”, aclara.

Para Ixchel Cisneros, más allá de ser sólo un podcast, desean que éste se convierta en un espacio seguro donde, tanto las personas que participan, como quien escucha, sientan el apoyo mutuo.

“Hay mucho tabú con las personas que tienen problemas de salud mental; con esto queremos decirles que no están locos, ni llevar las cosas a extremos horribles sin escucharlos ni entenderles, con esto queremos romper esta idea”, específica.

Escucha y contención de La Cuarentena de nunca acabar

La primera temporada, de cinco episodios, es narrada por el locutor Uriel Reyes, quien da vida a las historias recibidas por la audiencia, y cuenta diferentes perspectivas, vivencias y sentimientos surgidos a raíz de la pandemia. Los podcast ya están en plataformas digitales como Spotify, Apple podcast y Google podcast.

Rupturas amorosas o personas emprendedoras que perdieron sus negocios forman parte de estas cápsulas que buscan ser un medio de esperanza, contención y apoyo.

“Nosotros creemos que la cuarentena está lejos de acabarse, no sólo porque no haya una cura accesible para todas las personas, los problemas de salud que ya está dejando la cuarentena no se van acabar pronto, por eso queremos seguir trabajando más allá de nuestras actividades normales. Si algo nos dejó esta pandemia es que no estamos trabajando en conjunto”, comenta.

En este mes saldrá la segunda temporada de La Cuarentena de nunca acabar con nuevas historias

Al final, comparte Ixchel, se trata de un ejercicio para reconocer los privilegios propios, tanto para ella como para el equipo, así como agradecer las cosas buenas que surgieron en medio de un contexto de caos e incertidumbre.

“Uno de los podcast habla sobre la ansiedad y me identifico mucho, porque no podía dormir, pasaba noches terribles y eso afecta todo el ciclo de vida y como que no lo entiendes y no te das cuenta que lo tienes hasta que escuchas estas historias y te das cuenta de lo propio a través de los demás”.

“Esperemos que la pandemia pueda servir para que nos demos cuenta de las diferencias, los propios privilegios y cómo podemos hacer más estrecha esa brecha de la desigualdad, si no salimos distintos, creo que no valdría la pena tantos años”, puntualiza.

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