Gustavo Santaolalla: “Creo mucho en los frutos de la inexperiencia”

La Academia Latina de la Grabación reconoce la trayectoria del prolífico músico argentino. En entrevista, habla de las tendencias musicales en AL y la celebración de los 25 años de su álbum Ronroco, el cual le abrió las puertas del cine
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La Academia Latina de la Grabación, que organiza los Grammy, otorgará en noviembre en Sevilla, España, el Premio del Consejo Directivo al músico y productor argentino Gustavo Santaolalla (Buenos Aires, 1951). El galardón, que reconoce el trabajo de personas que han realizado importantes contribuciones a la música latina, se suma a la larga lista de premios que este prolífico músico, productor y realizador ha cosechado desde que comenzó a componer y producir a los 17 años en Argentina.

Entre sus premios se encuentran 19 Latin Grammys y dos Grammys, dos premios Oscar consecutivos a Mejor Banda Sonora Original, un Globo de Oro a la Mejor Canción Original. Así que el reconocimiento de la Academia Latina de la Grabación bien podría ser uno más para su colección de medallas y estatuillas, pero para él todos cuentan.

“Para mí todo reconocimiento tiene mucho valor, y este viene de gente que ha conectado y ha apreciado lo que uno hace. Lo demás es anecdotario, si es del tamaño de un Oscar, de un Grammy o de un Gardel, como el que acabo de ganar en mi país, todos son importantes”, dice en entrevista por videollamada con Reporte Índigo

Amable y bromista, ese hombre de abundante barba blanca y pelo largo habla con el mismo entusiasmo y energía de las tendencias musicales, como del futuro del rock en español, de los sonidos latinos en el mundo o de los múltiples proyectos en los que está trabajando.

Dos largometrajes: Norita, basado en Nora Cortiñas, una de las líderes de la Madres de Plaza de Mayo; Pedro Páramo, la ópera prima de Rodrigo Prieto. Un nuevo álbum con su banda Bajofondo; un musical de El Laberinto del Fauno con Guillermo del Toro del que prefiere guardarse detalles o la celebración de los 25 años de su álbum Ronroco. Sus proyectos son proporcionales a la lista de premios que va sumando.

“Con eso tengo bastante para los próximos meses, igual tengo unas cuantas sorpresas más”, expresa con la sonrisa de un niño que presume alguna colección de juguetes.

25 años con su ronroco

Sobre la celebración de ese disco que ha sido crucial en su carrera dice que alista una edición especial en vinilo, algunos conciertos, y un instrumento Signature, que será un ronroco especial con su nombre.

“Es el álbum que me abrió las puertas del cine, desde The Insider con Michael Mann y Amores Perros, pasando por Diarios de motocicleta hasta The Last of Us, el tema principal tanto del juego como de la serie, donde el ronroco ha sido fundamental”, comenta.

Ese instrumento musical folclórico boliviano que el músico tiene como fiel acompañante desde hace más de dos décadas lo ha usado para dejar huella en el cine y ahora en The Last of Us, uno de los productos audiovisuales más populares de la televisión en el mundo. Hoy en día, cualquiera reconocería los acordes melancólicos que introducen a ese mundo postapocalíptico, aunque quizá desconozcan que se trata de un charango boliviano que Santaolalla tomó como instrumento predilecto para sus experimentaciones musicales.

Y el éxito de sus composiciones radica en eso, en la posibilidad de tomar un instrumento folclórico y fusionarlo con otros sonidos del mundo, pues para él es fundamental preservar las músicas tradicionales, pero también transformarlas.

“Yo uso el ronroco y no lo utilizo solamente para tocar música andina. Nadie me dice cuando escucha The Last of Us ‘qué lindo instrumento andino’. Una de las cosas que creo que he logrado es que lo puedo utilizar en su hábitat, tocando algo andino, pero también para algo que puede asimilarse a música de Bulgaria o de Rumania, música africana o de Asia.

“Creo, por un lado, en lo interesante de proyectarnos y de mezclarnos porque estamos en un crisol, que es una mezcla de todo, más hoy en día, con la comunicación, la migración; también es muy importante preservar y celebrar nuestros primeros objetos, instrumentos, que surgieron del hombre en su contacto con la tierra, con la selva, con las montañas”, dice el productor que también colabora en una base de sonidos para recuperar y conservar instrumentos y sonidos perdidos o en riesgo de extinción  con Inteligencia Artificial.

El futuro del rock está en AL

Pilar fundamental del rock en español por su trabajo con artistas como Café Tacvba, Maldita Vecindad, Julieta Venegas, Divididos y Los Prisioneros, Santaolalla tiene claro que, como en la vida, la música y sus géneros evolucionan y se adaptan a los momentos y contextos. Si en Latinoamérica hace unas décadas la tendencia era el rock, hoy predomina el trap y la música urbana, pero la esencia es la misma, dice.

“A veces los formatos cambian, pero hay una esencia siempre. La gente joven se caracteriza por la necesidad de expresar su visión del mundo, que muchas veces es muy crítica. Yo vengo de esa generación, donde el rock se convirtió en nuestra música folklórica, la elegimos para transmitir nuestra insatisfacción con el orden establecido; y así como pasaba eso con el rock, hoy pasa más con el trap, que es algo que me interesa”, comenta.

El productor tiene ya varias colaboraciones con talentos argentinos del trap y hip-hop,  como Ysy A, Milo J y Duki, pues para él, trabajar con jóvenes siempre es gratificante.

“Tengo ya un largo camino, una vasta experiencia, pero creo mucho en los frutos de la inexperiencia porque la experiencia te hace tomar siempre un camino. En cambio, un joven que no tiene ninguna idea te dice: ‘no, pero yo lo hice por acá’.  Y resulta que es muy bueno”.

Sobre el rock en español, considera que actualmente está en un segundo plano porque los reflectores lo están ocupando otros géneros, como el trap, hip-hop y la música urbana, pero señala que incluso ahí tiene influencia. “Hay una cosa que dijo David Byrne, de los Talking Heads, que el futuro del rock no residía ni en Estados Unidos ni en Inglaterra, sino en el tercer mundo. Yo concuerdo totalmente, por nuestro contexto sociopolítico y cultural. Me gusta decir y pensar que el futuro del rock está en Latinoamérica y que tiene perfume de mujer porque ellas están tomando un lugar que siempre merecieron tenerlo”.

Apoya preservación de sonidos tradicionales

Inteligencia Musical es el nombre del proyecto de la Escuela Universitaria de Artes TAI, de Madrid, en el que colabora el productor para preservar y dar una nueva vida a sonidos de instrumentos tradicionales del mundo en peligro de extinción.

“Esas músicas folclóricas de todo el mundo son un testimonio histórico, que nos cuentan quiénes somos; que eso se pierda es como borrar una parte de tu historia. Es sumamente importante preservarlas, pero también transformarlas”, dice el músico.

Una vida dedicada a la música

Sus agrupaciones:

  • Arco Iris
  • Wet Picnic
  • Bajofondo

Sus álbumes como solista:

  • Santaolalla (1981)
  • GAS (1995)
  • Ronroco (1998)
  • Camino(2014)
  • Qhapaq Nan: Desandando el Camino (2015)
  • Raconto (2017)

Sus colaboraciones en el cine:

Con Alejandro González Iñárritu:

  • Amores Perros, 2000
  • 21 Gramos, 2003
  • Babel, 2006
  • Biutiful, 2010

Otros directores:

  • Diarios de motocicleta, Walter Salles, 2004
  • Brokeback Mountain, Ang Lee, 2006
  • El libro de la vida, Jorge R. Gutiérrez, 2014
  • The Last of Us. Videojuego y serie
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