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Enraizado a una familia católica, Guillermo del Toro Gómez ve la luz el 9 de octubre de 1964, su primer recuerdo en una sala de cine fue ver la adaptación de 1939 de “Cumbres borrascosas” junto a su madre, y aunque confiesa que se quedó dormido en momentos, dice sentir que el espíritu gótico de la historia quedó sembrado en su interior.
Sus primeras influencias radican en el trabajo de Mario Bava, realizador de la era de oro del cine italiano de horror y de Riccardo Freda, quien era contemporáneo a Bava pero hacía cintas con mayor presupuesto.
Empezó haciendo pequeñas filmaciones caseras realizadas en formato Super 8 con la cámara de su padre. Utilizando Ketchup y figuras de acción de películas como “El Planeta de los simios” (1968), logró darles vida a sus producciones hechas con la técnica stop-motion.
A los 15 años, Guillermo juntaba a sus amigos y familiares para participar en sus aventuras cinematográficas, como parte del cast y el crew.
De hecho, su madre Guadalupe del Toro fue la protagonista estrella de cortometrajes como “Matilde” y “Geometría”, este último realizado en 1987 con un presupuesto de 2 mil 500 dólares. Esta producción dejó en claro sus influencias gore y de horror.
Su padre Federico del Toro Torres, quien se dedicaba a la compra-venta de autos, lo apoyó incondicionalmente para estudiar maquillaje y efectos especiales, ya que su hijo no mostró interés en dedicarse al mismo oficio que él.
En Estados Unidos aprendió de la mano de Dick Smith, el maquillista de la película “El exorcista”, y a su regreso a México fundó su empresa de efectos especiales, Necropia, con la que abrió brecha en la industria cinematográfica nacional, pues fue la primera empresa que se dedicó formalmente a este rubro. Del Toro y su equipo llegaron a hacer los efectos especiales de comerciales, series de televisión y 12 películas.
Todo a su tiempo
Necropia nace a raíz de que Del Toro gestara una historia que sabía que en el futuro iba a requerir la experiencia necesaria para fabricar efectos especiales elaborados, aunado a la práctica del maquillaje prostético, lo que le sirvió para perfeccionar los requisitos técnicos en su primer largometraje.
Con los años trabajó en un mismo guión que mutó de nombre en distintas ocasiones: “El vampiro de Aurora Gris”, que después se tituló “Sangre gris”. Este guión formó parte de su tesis para terminar el curso –ahora extinto– en el Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos (CIEC) de Guadalajara, en 1984.
A partir de ahí pasaron ocho años en los que se reformó la estructura de lo que en 1992 se convirtió en la ópera prima del cineasta jalisciense: “La invención de Cronos”.
Esta producción contó con la participación de toda su empresa Necropia, la cual contaba con 15 personas en nómina en ese momento. Entre joyeros, artesanos y escultores dieron vida al artefacto de la película y a todos los objetos de utilería y arte que se muestran a cuadro.
Originalmente había concebido a los villanos de la película de nacionalidad alemana, solo que por la incursión de productores estadounidenses, decidió “americanizarlos”. Esto le resultó de provecho, ya que decidió satirizar a los antagonistas haciendo una venganza “a la mexicana” y en la manera en la que se burlan del estereotipo de un villano mexicano en el cine de Hollywood.
La producción en su momento fue una de las más costosas del cine mexicano, –se invirtieron alrededor de 1.5 millones de dólares– y aunado al problema de que uno de los productores dejó la película, Guillermo del Toro tuvo que hipotecar su casa y vender su camioneta. Su padre financió parte de la cinta e inclusive el cineasta tuvo que pedir préstamos bancarios que le cobraron intereses del 120 por ciento.
Con críticas severas en la cartelera mexicana, “Cronos” –a pesar de todo– se ganó siete premios Ariel y probó suerte en el Festival de Cannes, en donde se llevó el premio Mercedez-Benz.
Este fue el trampolín que lo llevó directo a Hollywood para hacer “Mimic” en 1997, y por fin saldar su deuda bancaria.
Pedro Almodóvar con su casa productora El Deseo, le financió en el 2001 “El espinazo del diablo”.
Su retorno a Hollywood se dio con “Blade II”, en el 2002, y posteriormente arrancó con un sueño personal en el 2004: “Hellboy”.
El escritor nocturno
El 2 de Julio del 2009, del Toro lanzó junto a Chuck Hogan “Nocturna”, su primera novela con el tema de vampiros. Este libro fue el primero de “La trilogía de la oscuridad”; En este debut literario su lanzamiento fue simultáneo tanto en inglés, como en español.
Originalmente pensó en desarrollar esta idea como una serie de televisión, solo que no logró vender los derechos, así fue como primero “Nocturna” y posteriormente “Oscura” y “Eterna” llegaron a materializarse en la literatura en el 2010 y 2011, respectivamente.
Para el año siguiente, el canal de televisión por cable FX manifestó su interés en que se hiciera un capítulo piloto y para noviembre del 2012, del Toro ya se encontraba en búsqueda del casting para esa producción. Se planea que para el 2014 ya esté al aire la primera temporada de esta serie.
Del Toro y sus monstruos
A pesar de que contó con la influencia del anime y las películas japonesas en su juventud, Guillermo del Toro prefirió evadir cualquier diseño existente y optó por crear sus propias creaturas desde cero. Su inspiración también proviene de pinturas como “El coloso” de Francisco Goya y “La gran ola de Kanagawa”, de Katsushika Hokusai.
Pero no todo es miel sobre hojuelas para el también productor de películas como “Los ojos de Julia” y “Biutiful”, Guillermo del Toro iba a ser el director de la nueva trilogía de “El Hobbit”, pero por problemas de financiamiento decidió dejar el proyecto en el 2010.
Y en junio del 2011, estuvo a punto de iniciar la filmación de la adaptación de “En las montañas de la locura”, una película basada en el libro homónimo de H.P. Lovecraft, protagonizada por Tom Cruise y producida por James Cameron, pero Universal Studios canceló el proyecto alegando que no podrían hacer una película de 150 millones de dólares con clasificación R.
El proyecto se vino abajo un viernes, pero al lunes siguiente Guillermo del Toro ya estaba firmando para rodar “Titanes del Pacífico”, que empezó su filmación el 14 de noviembre del 2011.
La cinta se estrena mañana a nivel mundial y ya está considerada una de las más cool del verano, según Wired.
‘Titanes del Pacífico’: La película para el niño que llevamos dentro
“Lo que van a ver en la película, es lo que soñaban ver cuando tenían 11 años, es una gran película de aventuras” comenta el cineasta de 48 años de edad.
Y la promesa se cumple, ya que la cinta nos recuerda a cuando jugábamos con pequeños muñecos en la infancia. Nos remonta a cuando creábamos universos lleno de fantasía, dentro de nuestra mente.
En esta ocasión, Del Toro se toma la licencia creativa para pervertir nuestros recuerdos y trasvasarlos a una pantalla que hasta nos ofrece el placer de ver las imágenes –si queremos la opción– en 3D.
No se descubre ningún hilo negro, sabemos de antemano que iremos a ver robots gigantes –llamados Jaegers– pelear contra monstruos –denominados Kaijus– por lo que una buena dosis de testosterona está asegurada.
Se habló de posibles “plagios” a series de anime como “Neon Genesis Evangelion”, pero la realidad es que más que un plagio, la cinta está plagada de tributos al género sci-fi de finales del siglo 20, situación que causará nostalgia y buenos recuerdos a los románticos del género mencionado.
La historia se desarrolla en Hong Kong de un futuro no muy lejano, que en ocasiones nos hará pensar en “Blade runner” por su atmósfera futurista, queriendo hacernos imaginar ver a Harrison Ford escapando y buscando guarida de los terribles Kaijus.
El cineasta fue sabio en reclutar un reparto que es prácticamente desconocido para la escena hollywoodense, ya que de haber tenido a Tom Cruise en el papel que fue tomado por Idris Elba, el presupuesto se le habría ido en la contratación de celebridades, el cual por cierto fue de 200 millones de dólares, el mayor presupuesto con el que ha lidiado Guillermo del Toro en una película bajo su dirección.
La película fue filmada con cámaras digitales Red. Del Toro declaró en un inicio que no rodaría ni convertiría la cinta a formato 3D, argumentando que las secuencias ya eran demasiado visuales como para notar que esta tecnología se le pudiera sacar provecho. Posteriormente se retractó y el proceso de conversión duró alrededor de 40 semanas.
El estreno de esta aventura es uno de los más anticipados de este verano.
Ron Perlman: ¿Actor o amigo inseparable?
En “Cronos” Guillermo contó con la fortuna de colaborar con actores como Federico Luppi, Claudio Brook y Ron Perlman. Casi al final de la producción, el cineasta se quedó sin presupuesto y se vio forzado a pedirle a Perlman que se quedara hasta el final de la filmación, a pesar de que le recortarían el salario y no le pagarían los días extra.
El actor accedió y a partir de ahí nació una gran amistad. Ron Perlman ha aparecido en la mayoría de las películas de Del Toro. Inclusive, para que el actor estadounidense protagonizara “Hellboy”, el realizador mexicano luchó durante siete años contra estudios de Hollywood.
Del Toro a detalle
— Guillermo del Toro se hizo vegetariano después de ver “La masacre en Texas” (1974), aunque el gusto solo le duró cuatro años.
— Su padre fue secuestrado en 1997, suceso que lo marcó
profundamente. Al ser liberado, la familia del Toro dejó el país.
— Entre sus películas favoritas se encuentran las adaptaciones de “Frankenstein” y la saga de “Alien”.
— Además de su casa familiar, el cineasta cuenta con otra residencia solamente para almacenar sus libros, cómics y memorabilia.