Guillermo Arriaga publica Salvar el fuego, novela que ganó el Premio Alfaguara de este año.
La furia contenida durante años, un constante maltrato y la burla pendenciera de su padre, empujaron a José Cuauhtémoc hacia un único resultado letal: quemar vivo a su progenitor en silla de ruedas, como venganza de todo el tiempo que lo hizo sufrir a él y a sus dos hermanos durante la infancia.
En la burbuja social de la adinerada clase mexicana, Marina se dedica a ser maestra de danza contemporánea, tiene mecenas que patrocinan su compañía de baile, pero un buen día recibe la invitación de acceder al Reclusorio Oriente para presentar una pieza única, en la que al final del performance, las bailarinas dejan manar la sangre de su periodo menstrual desde sus entrañas.
Es con este acto único, que José Cuauhtémoc se siente hipnotizado por Marina; ahí comienza una relación turbulenta, entre la división social, el deseo de lo prohibido y lo inalcanzable.
Salvar el fuego cuenta estas historias separadas por el destino, pero entrelazadas con el choque del dolor. La novela de Guillermo Arriaga ganó el Premio Alfaguara 2020 y, según describe, es una historia de amor que refleja temas que aquejan constantemente a los mexicanos.
“Habla de temas que he discutido con mucha gente a lo largo de mi carrera, sobre todo del arte, del racismo y la desigualdad que vienen aquí en la novela (…) No es que viva indignado, pero sí me preocupa y me duele la profunda desigualdad que hay en México, me duele la enorme corrupción y, sobre todo, la impunidad que hace que los que más sufran sean los que menos tienen”, comenta Guillermo Arriaga, en entrevista con Reporte Índigo.
El autor dice que este libro comenzó de manera libre, casi como todos sus trabajos anteriores, por lo que él mismo desconocía hacia dónde se iban a adentrar sus personajes, además de que a diferencia de su anterior novela El salvaje, Salvar el fuego carece de tener elementos biográficos.
El libro Premio Alfaguara 2020 ya se encuentra disponible de manera digital para quienes deseen leerlo inmediatamente desde casa y ya comienza a estar presente en librerías nacionales y tiendas en línea para su compra a domicilio, en tiempos de coronavirus.
La voz femenina de Guillermo Arriaga
Algo que sorprende en esta ocasión en la narrativa del también cineasta es que decidió escribir un apartado desde el pensamiento de una mujer. Se adentra en la mente de Marina y le da un toque distinto a su escritura. Confiesa que esto fluyó de manera natural y que se prestó a la revisión y crítica de las mujeres que están cerca de él.
“Creo que la historia manda y yo tengo que obedecer lo que ella dicta. Si dice que tengo que escribir en primera persona como mujer, tengo, por lo menos, que intentarlo, he tratado de ser lo más justo posible al pensamiento complejo y profundo que tienen las mujeres y por fortuna leyeron el manuscrito varias amigas mías y las mujeres demi casa para decirme cómo sentían el personaje femenino y me dijeron que no le vieron ningún problema”, comparte el escritor de Amores perros (2000).
Arriaga reconoce que fue de gran ayuda tener un equipo de editoras en Alfaguara, ya que eso sumó a su libro, además de breves anotaciones que le hicieron sus allegadas; en cuanto a la danza contemporánea, de la cual es poco conocedor, se empapó de esto en Internet en cuestión de minutos.
“No creo que le haya dedicado más de 10 minutos de investigación, como no soy un ducho en danza contemporánea, me metí a ver quiénes eran los principales coreógrafos y ya, quizá ver un poquito las calles aledañas al Reclusorio Oriente en Google Maps, todo lo demás ha sido un trabajo de invención, de imaginación, y de tratar de aprovechar experiencias que he vivido o que he tenido de manera cercana para alimentar la novela”, afirma.
Coahuila, tierra fértil en letras
Primero ya se había visto en su película corta No one left behind del año pasado, pero ahora el escritor vuelve de lleno para describir el calor, el hastío, el desierto, el polvo y la vida agreste de ciudad Acuña, Coahuila. Guillermo Arriaga describe que este paraje inhóspito es de sus favoritos, porque le tiene un cariño especial desde su juventud.
“La frontera es un espacio al que he ido desde niño, desde adolescente he estado yendo a Piedras Negras, a Acuña, a Zaragoza, a Morelos, a Allende, a Villa Unión, a Nava, a Múzquiz y a Monclova, toda esa región la conozco muy bien y los coahuilenses son gente muy generosa, muy hospitalaria, muy decente, muy honesta, muy trabajadora, se siente uno bien, en casa”, subraya Arriaga.
José Cuauhtémoc, apodado “JC”, se lanza a estos lares para buscar a su amigo “El Máquinas”, quien le prometió que ahí encontraría vida tranquila después de salir de El Bote, pero JC sólo resultó embarrado entre los desmanes del cártel del narco.
Arriaga aprovechó su experiencia personal para describir el monte, la sierra, los parajes áridos y conjugarlo con lo que más atesora, el cariño de los coahuilenses.
“La gente ha sido una parte importante de cómo me siento y luego el paisaje. Es increíble en Coahuila, entonces, la amistad y el paisaje son elementos fundamentales para mí, para querer tanto esa parte de México”, opina.
Preocupación al Covid-19
Arriaga se encuentra al igual que la mayoría de los mexicanos en cuarentena. La promoción de Salvar el fuego se ha hecho vía remota, sus planes de viajar para también presentar El salvaje en distintos idiomas se han postergado, por lo que el artista se siente consternado por la situación de salud actual en el mundo.
“Me preocupa, porque sí es un virus muy agresivo y como hemos visto eso de que los jóvenes no son afectados, no es cierto, el doctor que dio la primera alarma en China murió de 34 años, una doctora de 29 años que también colaboró falleció, entonces, los jóvenes también pueden morir. Me preocupa que le pueda pasar algo a mis hijos, a mi mujer, a mis hermanos, a mi madre, a mis amigos, a la gente que quiero”, dice.