Algunos de los recuerdos más entrañables para el cantautor catalán Guillem Roma son las sobremesas en las que su abuelo interpretaba boleros, así como las tertulias y bohemias que realizaban sus familiares. Al recordarlas ha descubierto que, de alguna manera, lo influenciaron para conocer más acerca del género, pues, a pesar de que considera que ya estaba en su genética, fueron los viajes que realizó en México donde verdaderamente encontró la riqueza musical con el repertorio tan vasto que emana del país.
Fue tanto el amor que recibió en México que lo convirtió en su segundo hogar; durante su estadía en el país se sumergió en las canciones rancheras y de bolero; a la vez que se dejó llevar por las letras de los grandes compositores, como Agustín Lara, incluso, se acercó a las piezas contemporáneas de David Aguilar y Silvana Estrada.
“Desde pequeño siempre ha habido mucha música, entonces, he crecido en medio de un ecosistema muy rico. Nunca me lo planteé como un camino profesional, realmente el clic fue cuando viví tres años en México; de regreso a España vi a la música como una oportunidad de apostar por la música y decir ‘esto es lo que me gusta, es lo mío’”, relata Guillem Roma a Reporte Índigo.
El cantautor describe que bebe de muchas influencias musicales para así poder llamarla como música nómada, su propuesta retoma los géneros que escuchó en su niñez, la inspiración que brotó de México, el puente que emerge entre el Mediterráneo y El Caribe, así como de la tradición latinoamericana.
“En México, la música se vive de una forma muy intensa y con una función social muy clara, muy viva, me gustó mucho ver como cuando te deja tu pareja y te vas a la plaza Garibaldi con los mariachis a cantar una canción. La música está muy viva en el día a día de la gente, hay un sentimiento de verdad, eso en Europa como que pasamos de puntillas, todo tiene mucha apariencia, pero poco fondo, entonces me gusta que en mi música haya este sentir como más intenso que hay en la tradición de la música mexicana”, abundó.
Sus canciones se alimentan de una exploración más interna, de sentimientos que se profundizan en los boleros o en la música ranchera, como la nostalgia y el desamor, los cuales, cree, en ningún otro género se pueden expresar con tanta intensidad.
Avui a les 22h concert a Roda de Berà amb la banda presentant Kiribati! A l’Estiu a la Pedrera!https://t.co/RPmGUrgGfw@ajrodadebera @u98music
— Guillem Roma (@guillemromatort) July 10, 2021
Creación en tiempos de pandemia para Guillem Roma
Poco a poco ha ido descubriendo a más cantautores, de quienes aprende y con los cuales ha creado una hermandad, el resultado de ello es su nuevo álbum Kiribati, con el cual pudo hacer colaboraciones con varios artistas, como la agrupación mexicana Daniel, me estás matando y la cantante española Silvia Pérez Cruz.
“Descubrí un mundo de artistas, ya somos amigos, mantenemos el contacto constantemente. Esta hermandad con Daniel, me estás matando, que para mí son un referente en esa recuperación del bolero como un género que es muy antiguo y popular, considero lo ponen a la primera línea de la vanguardia, es un lujo y un regalo poder hacer una canción con ellos”, expresa.
El cantautor español confiesa que su lírica está más próxima al sonido latino que de su propia tierra, algo que le ha permitido sentir las emociones a flor de piel y llegar a composiciones más profundas, sinceras y transparentes.
Esto se puede escuchar en Kiribati, álbum cuyas composiciones, en su mayoría, fueron creadas durante la pandemia y que el artista quería lanzar este año porque contienen mensajes y reflexiones sobre temas que necesitaba expresar, como el cambio climático y cómo la sociedad se puso a prueba debido a la pandemia.
“Tenía muy claro que quería sacar el disco en esos tiempos porque, de alguna forma, las canciones hablan de este momento. Es un álbum que tiene mucha reflexión sobre el entorno, hacia dónde vamos como sociedad y cómo tratamos al mundo, con el hilo conductor de la emergencia climática, pero que se podía incluir el tema de la pandemia, cómo hemos sido capaces de lidiar tanto por un virus, hasta qué punto podemos reorganizarnos y pensar el mundo de otra forma porque, ahora es la pandemia, pero dentro de algunos años puede suceder otra cosa”, relata.
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Aquest dissabte 10 de Juliol concert amb tota la banda a Roda de Berà a les 22h a l’Estiu a la Pedrera. https://t.co/fWGoxDdgWe@ajrodadebera @u98music
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Con Kiribati, Guillem Roma comparte que se encuentra en uno de sus mejores momentos musicales, pues la pandemia, dentro de todo lo catastrófico y malo que pudo resultar al inicio, le permitió encontrar una sonoridad y propuesta más consolidada.
“Es verdad que empecé con producciones dispersas a nivel estilístico, me gustaba mucho tipo de música y todo lo vertía ahí, pero he ido encontrando una especie de sonido de universo sonoro que me caracteriza y marca muy bien mi personalidad, me da una seguridad para consolidar.
“Mucha gente me dice ‘es que suena a Guillem Roma’, eso para mí es un elogio porque es como se traspasa el mensaje de lo que soy y lo que intento comunicar con mi música. Al final, hay un punto de honestidad y de verdad en la música, que sea muy transparente y que mi personalidad pueda fluir hacia la canción y al oyente. Ahora con ese disco, me siento cómodo, siento que verdaderamente estoy comunicando lo que quiero”, platica.
A través de esta producción Guillem abre las ventanas de su mundo musical a México y otras latitudes, sobre todo de Latinoamérica, países en donde quiere que su sonoridad llegue con más fuerza y romper fronteras, pues para él la música es una forma de entender la vida y de vivirla.
“La música es un aprendizaje de vivir el presente al máximo, cuando estás cantando, si la estás tocando de verdad no existe nada más que aquel momento y eso para mí es mágico, casi como una meditación profunda. Más en estos tiempos inciertos que no sabemos lo que pasará, hay dudas del futuro, por lo que debemos aprender a disfrutar de las cosas bonitas que tenemos ahora mismo. Porque la música es presente y belleza, poder juntarlas para mí es uno de los secretos de la vida”, concluye Guillem Roma.
“La música tiene el poder de hacernos viajar, cierras los ojos y de repente te transportas a otro sitio, ya sea físico o espiritual; es para mí una forma de hacer ese viaje”
Sobre Kiribati
El nombre del disco hace referencia a Kiribati, un archipiélago de islas del Pacífico y el primer país que quedará sumergido bajo el mar por el cambio climático. Un hilo conductor que une 11 canciones que reflexionan sobre el cuidado del planeta
“Para mí es un símbolo, como especie humana, que hemos sido capaces de hacer, que nos llamamos la raza más inteligente del planeta, pero es la única capaz de cargarse el medio que le da vida”, expresaGuillem Roma.
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