El contexto mundial y los conflictos bélicos que están sucediendo actualmente como la invasión rusa a Ucrania nos hacen cuestionarnos qué pasaría si llegara a ocurrir una guerra nuclear entre las naciones.
Esta pregunta fue respondida por climatólogos de la Rutgers University, ubicada en Estados Unidos, quienes realizaron un estudio publicado por la revista científica Nature Food en el cual analizan lo que podría suceder con un conflicto como este.
¿Cómo hicieron el estudio?
Los científicos analizaron cómo el hollín que entraría a la atmósfera luego de que se produjeran las llamadas “tormentas de fuego” que surgen a raíz de la detonación de un arma atómica, afectará a la Tierra y la humanidad.
Luego de tener listas las estimaciones, las introdujeron dentro de un modelo climático respaldado por el Centro Nacional de Investigación Atmosférica que les permite determinar el impacto que habría en las cosechas.
Así, lograron saber qué es lo que pasaría con la producción de cereales como maíz, arroz, trigo y soja. Pero no solo eso, pues también estudiaron los cambios que habría en las tierras de pastoreo y los bancos de pesca en todo el mundo.
Hambrunas y muerte: esto provocará una guerra nuclear
Este modelo fue probado en seis escenarios posibles, desde el menor hasta el que más impacto provocaría en la Tierra y la vida, los cuales calcularon teniendo en cuenta el arsenal nuclear con el que cuenta cada nación.
De esta forma, el primero de ellos es de la India y Paquistán, quienes al tener un conflicto nuclear localizado provocarían disminución del rendimiento de los cultivos de 7 por ciento en cinco años, señala el estudio.
Lo que muestra que incluso en escalas pequeñas un conflicto de este estilo provocaría consecuencias devastadoras para la producción mundial de alimentos, ya que este no fue el peor de los casos.
Así, el sexto es un gran conflicto entre Rusia y Estados Unidos, el cual al estallar, podría provocar que la producción cayera un 90 por ciento, en un periodo de tres a cuatro años posteriores al conflicto bélico.
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Lo cual se vería reflejado principalmente en las latitudes medias y altas, donde las consecuencias serían severas. El escenario se traduce en la muerte de 5 mil millones de personas y que el 75 por ciento de la población padezca hambrunas.
Esto incluso considerando que se emplee el alimento que se le da al ganado o que se reduzca el desperdicio de comida, pues, aunque sí podría compensar las pérdidas tras el conflicto, la medida deja de ser útil a largo plazo.
