Cuando comenzó, a finales de 2016, Gran sur navegó entre covers y su primer sencillo, “Tu Dios”. Después se propuso un objetivo en mente: hacer las canciones que sintiera propias de los ritmos latinoamericanos, sin seguir tendencias ni ataduras.
Ahora, a cinco años de su despegue, el cuarteto conformado por Sofía Mayorga, mejor conocida como Sofi Mayen; Javier Ramírez “El Cha!”; Elohim Corona e Iñaki Vázquez, refrenda su propósito con “Fina condena”, canción que forma parte de su LP El otro lado, el cual se produjo previo a la crisis sanitaria. Con este sencillo cierran el ciclo de este disco.
Ramírez, que es conocido al igual que Vázquez por ser integrante de Fobia, comenta a Reporte Índigo que Gran sur es un experimento personal de los integrantes que lo conforman, ya que todos estaban deseosos de armar esta banda.
“Habíamos hecho algunas cosas él y yo (Iñaki Vázquez y Javier Ramírez), algunos remixes para amigos, cositas para alguna película, pero no fue hasta que hicimos ese cover que mencionas, ‘Something stupid’, que trabajamos con Sofi, a ella la conocemos desde hace como unos 10 años”, describe El Cha!
Con “Fina condena”, Gran sur cierra el círculo que abrieron en diciembre de 2019 al presentar El otro lado, por lo que el guitarrista menciona que después de mostrar este material ante su público entró el confinamiento casi de inmediato y decidieron dejar pasar 2020, pero ahora retoman el proyecto, que nunca ha respondido a la música que actualmente domina la radio.
No hemos pensado para nada en las tendencias del mercado, de hecho, creo que esta canción de ‘Fina condena’ es un buen ejemplo, porque nos pudimos haber ido por el camino fácil, en todo lo que está pasando ahorita con el reggaetón y trap, ya que la canción desde que nos la dio Sofi tenía esta onda mucho más bailable y fiestera que otras que hemos hecho
El Cha! platica que en cinco años de trayectoria el cuarteto ha integrado sonidos de toda América Latina. Ahora, con su último sencillo, hay una clara influencia andina, con la música que se hace en Perú, cuyo toque viene de la mano de Vázquez, quien estudió etnomusicología y sabe a profundidad del tema.
“Él dijo ‘esto hay que tratarlo con el respeto que merece’ e invitamos al maestro Ernesto Anaya, quien es un multiinstrumentista, un folclorista brutal de primer nivel que ha trabajado con Lila Downs y Natalia Lafourcade; entonces, aceptó tocar la zampoña, las quenas y los bongos peruanos, sobre esta base que nosotros le enviamos”, agrega el guitarrista.
Después de El otro lado, Gran sur planea lanzar el disco completo en físico en el verano; además, se encuentran inaugurando su tienda virtual en la que hay artículos para sus fanáticos.
El próximo sábado 8 de mayo tendrán un concierto en línea desde el foro del Tejedor, con un costo de 200 pesos para el acceso general.
Gran sur espera para las tocadas en vivo
Poco a poco la vida vuelve a una rutina, pero ahora con protocolos sanitarios más estrictos. En varias partes de la República comienza a haber actividades culturales y hasta conciertos presenciales con un aforo reducido, por ejemplo, ya se anunciaron en Monterrey y Guadalajara, pero en Ciudad de México esto todavía sigue sin ser una realidad.
Gran Sur tuvo la oportunidad de presentarse en una de estas modalidades en noviembre pasado, precisamente en el Foro del Tejedor de la librería Péndulo. El Cha! Asegura que dicha experiencia fue arriesgada en todos los sentidos, porque las localidades eran más caras de lo normal y eso no era garantía de que se llenara el espacio, además de que tocaron sin cubrebocas, por lo que el cuarteto se sentía un poco en alerta.
El próximo sábado 8 de mayo tendrán un concierto en línea desde el foro del Tejedor
“Creo que llevamos tanto tiempo guardados y encerrados que esperar unos mesecitos más, pues nos sirve más que salir ya ahorita. Considero que en Monterrey pusieron las condiciones, también hicieron este concierto en España, con ‘Love of lesbian’, que había como cinco mil personas y parece que todo estaba bien”, describe el artista.
El también guitarrista de Fobia admite que se encuentra deseoso de tocar en vivo frente a un público, pero que depende de las autoridades tanto federales y estatales pronunciarse en torno a cuándo podría volver esta vida cultural al resto del país.
