GUANAJUATO.- Con un día nublado, en la cúspide de Pueblito de Rocha, Guanajuato, el banderazo de arranque del Rally Universitario se da alrededor de las 11 de la mañana, el jueves 25 de julio, estudiantes de seis estados de la república pasan por debajo del ya representativo arco inflable rojo, montados en vehículos en los que se estarán trasladando durante las próximas 48 horas, entre locaciones y el Auditorio del Estado, el cual se encuentra precisamente en este terreno elevado, a cinco kilómetros del centro histórico.
En esta onceava edición del Rally, los equipos de Estado de México, Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí, Nayarit y Guanajuato, se enfrentarán a condiciones que retarán su profesionalismo y amor por el cine, ya que deberán terminar en dos días, un cortometraje, listo para ser exhibido en el cierre del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF).
Al término de este acto oficial, Sarah Hoch, directora del GIFF platica con medios nacionales, afirmando que aunque haya menos eventos este año, se les haya cortado el presupuesto de 22 millones de pesos a solo operar con liquidez a cinco millones de pesos, y el cambio de sede al Centro de Convenciones en Pueblito de Rocha, la muestra fílmica se mantiene.
A pesar de que el actor Nicolas Cage canceló su visita al festival, siendo uno de los invitados confirmados de último momento por el GIFF, Hoch se muestra positiva, ya que el histrión prometió estar presente para el siguiente año.
Violencia en silencio
Al pie de la carretera, antes de subir el camino empedrado al Centro de Convenciones de Guanajuato, hay un espectacular de doble vista, desde uno de sus lados se observa a una persona uniformada con arma larga y el cartel dice “Convocatoria permanente, UNETE a las fuerzas de seguridad pública del Estado”, mientras que desde su otro perfil, se anuncia el GIFF.
Así es como se vive actualmente en Guanajuato, entre un ambiente de incertidumbre por parte de quienes son ajenos a la localidad por sentir vulnerada su seguridad, y el otro rostro de los lugareños, que aseguran que la violencia, está fuera de la capital del Estado.
“Lo peligroso es para Silao, Celaya, Irapuato, allá con lo del huachicoleo sí se pone peligroso, y en las carreteras pues sí, ahí está la inseguridad”, afirma Javier*, chofer de Uber, quien transita a las dos de la mañana la carretera libre Guanajuato-Silao, sin importar poner en juego su vida, al dejar a miembros de la prensa que tardíamente regresan a su resguardo.
Este año los invitados, medios informativos y patrocinadores, fueron hospedados en tres hoteles de las afueras de Silao, Guanajuato, los cuales se encuentran a 22 kilómetros de camino de la sede oficial del GIFF, alrededor de 30 minutos se hacen de recorrido en un vehículo particular.
“Nos la pusieron bien bonita, el gerente nos dijo que es como si nos fuéramos a ir de vacaciones, solo trabajar ocho horas y a descansar, pero no fue cierto, además nos dieron bien mal de comer los primeros días, unos platos con guisados: frijoles y pollo y de cenar un hot dog, no tenía ni cátsup”, describe José, quien forma parte de los conductores de KIA Motors, patrocinador oficial del festival, y que se dedicaban a transportar solo a los invitados especiales hasta Silao.
El chofer, quien después de una ardua jornada de trabajo se retira al Holiday Inn de Silao, en el último día del GIFF, se muestra desilusionado, ya que ni por error, le ofrecieron a él o a sus compañeros entradas al Tunnel Fest, que es parte de la fiesta de cierre del festival, además de que a la marca de autos surcoeana presuntamente se les prometió que tendrían una visibilidad comercial dentro de la muestra fílmica, lo que no sucedió.
Los retenes y dispositivos de seguridad están a la orden del día tanto en las carreteras de Silao, como de Guanajuato, donde los uniformados piden respetuosamente detenerse a los vehículos o transportes turísticos, para ofrecer orientación, además de las ya clásicas antialcohólicas que hacen su agosto, pidiendo hasta dos mil pesos de mordida a quienes vayan conduciendo en estado de ebriedad y los dejen en libertad, según indican fuentes confidenciales.
¿Dónde quedó el festival?
Circulando por la carretera y al llegar a uno de los túneles que reciben al turista en Guanajuato, se observa amplia publicidad de Expo Agua 2019, encuentro del tema hídrico que se llevará a cabo en agosto próximo, y es organizado por el gobierno estatal.
La situación es distinta para el GIFF este año, ya que apenas se ven carteles publicitarios o se distribuyen los programas en las calles del centro de Guanajuato, los transeúntes confundidos, ven las actividades, pero saben que estas se desarrollan fuera del primer cuadro de la ciudad, por lo que pierden el interés rápidamente por el evento de arte.
En una conversación de café, tres señoras platican del GIFF, una de ellas comenta que Sarah Hoch estaba “muy enojada” este año porque no le dieron el dinero que se necesita para el festival, y amenazó con llevárselo a San Miguel de Allende por completo, las damas desconocían dónde se estaban realizando ahora las actividades.
“¿Qué hay allá arriba? ¿qué evento están haciendo?”, pregunta un chofer de ruta de camión, cuando se le cuestiona como llegar de vuelta al Auditorio del Estado, desde el centro de Guanajuato, al explicársele que es un festival de cine, el joven se muestra sorprendido y dice desconocer el evento.
La intención del GIFF al haber realizado en ediciones anteriores el festival en el corazón de Guanajuato, era acercar el cine a todo el estrato poblacional, sin embargo, al ahora refugiarse en Pueblito de Rocha, fue clara la disminución del público local, primando sobretodo a los invitados extranjeros y nacionales.
A espaldas de las icónicas escalinatas de la Universidad de Guanajuato (UG), yace un modesto edificio color naranja con azul, al acercarse un rótulo de cartón dice en sus cristales Cine Guanajuato, el cual exhibe los estrenos más recientes de la cartelera comercial, en tres pequeñas salas.
Otra situación similar ocurre a 130 metros del edificio universitario, el Cine La Mina, muestra películas de interés artístico y hasta Dumbo, la original animada de 1941, ambos espacios, apenas tienen circulación de gente, en un sábado bullicioso de turistas en las calles de Guanajuato.
Por otro lado, el GIFF nuevamente tuvo como patrocinador a Cinemex, con salas lejos del centro histórico como Plaza Pozuelos, y que competían junto a la cartelera comercial vigente. Se dice que cuando Gillam llegó a presentar su película Brazil (1985) a este cine, el director se extrañó al ver el inmueble comercial, que está lejos de tener la infraestructura de un centro comercial de primer mundo, lo que sí es un hecho es que la sala estaba semivacía cuando él habló frente al público que acudió a ver su largometraje.
¿Porqué acudir a las grandes exhibidoras como Cinemex, en lugar de tener estos pequeños aliados comerciales, para proyectar el GIFF? Contradicciones que sucedieron en esta edición 2019 y se desconoce la falta de una alianza con estos recintos culturales.
Lo positivo
Sin duda la llegada triunfal de Terry Gilliam al GIFF, levantó los ánimos, ya que el cineasta presentó algunos de sus clásicos nuevamente en pantalla grande, y fue ovacionado a lo grande.
La noche del viernes 26, el director presentó precisamente en las escalinatas de la UG, Los caballeros de la mesa cuadrada (1975) y El hombre que mató a Don Quijote (2018), el lleno fue absoluto, pese al viento fresco que corría y el ruido de los alrededores.
Gilliam gracioso en todo momento, agradeció a Guadalajara, por la invitación, acto que fue corregido de inmediato por el realizador para pronunciar Guanajuato, lo que lejos de ofender al público, fue tomado como un lapsus del cineasta y se rieron con él.
La proyección y estreno nacional de la nueva película de Danny Boyle, Yesterday, llenó casi en su totalidad el Auditorio del Estado, donde se veían públicos de todas edades, familias enteras, parejas de enamorados y más, quienes disfrutaban de esta comedia romántica inspirada en temas de The Beatles.
Tal vez los temas de cine comercial fueron los que más llamaron la atención del público guanajuatense, ya que el país invitado de este año, Filipinas, poco conectó con las audiencias, al mismo tiempo de la proyección de Gilliam en el centro histórico, se homenajeó a Kidlat Tahimik, cineasta del país asiático, en el Centro de Convenciones, su asistencia fue menos de la mitad de la capacidad del Auditorio del Estado.
Tecnología en estado beta
Dentro de las actividades presumidas para el GIFF de este año, estuvo la pasarela de Realidad Virtual, que se hizo en la alfombra roja, el resultado dejó mucho que desear de parte de Game Coder Studios –quienes se encargaron de este apartado– ya que los vestidos virtuales que se mostraban en pantalla, mientras una modelo con puntos de captura y leotardo transitaba en el pasillo, apenas mostraban una animación rudimentaria.
Otro acto que se buscó propagar –y que además se aplazó un día– fue el llamado monumento digital en homenaje a las víctima de crímenes de lesa humanidad en México, una vez presentado por el realizador Carlos Hagerman, el gráfico animado a través de realidad aumentada, que presenta como una persona en teoría es baleada y cae sobre una caja de madera, que bien podría ser un ataúd, carece de realismo, además de que ya se había presentado previamente en otras partes de México.
“Flames” el vestido diseñado en realidad virtual para la película “Huachicolero” #GIFF2019 ¡Gracias @GameCoder_Team! pic.twitter.com/DwipZOnBET
— Guanajuato Film Fest (@giffmx) July 26, 2019
*Los nombres de las personas citadas fueron cambiados para proteger su identidad.