Detrás del fantasma

Hollywood toma una vez más un producto consolidado en el mercado para sacar provecho de él, haciendo más billetes en el mercado de cinéfilos, fanáticos de la ciencia ficción y el mundo de los cómics.

Ahora le toca a “La vigilante del futuro – Ghost in the Shell” (2017) ser la nueva mina de oro de esta franquicia que ha tenido un redituable público japonés desde que se publicó la historia original en 1989.

La película está a cargo de Rupert Sanders, a quien tras filmar su opera prima “Blanca Nieves y el cazador” (2012) se le dio el proyecto financiado por DreamWorks y Paramount Pictures con un presupuesto de 120 millones de dólares (mdd).

El resultado es un desfile visual de un mundo dominado por la tecnología donde los humanos ya son prácticamente parte máquina, y una división especial judicial se encarga de investigar casos de ciberterrorismo, en la que Major Mira Killian (Scarlett Johansson) es la mujer cibernética a la cabeza de este comando armado.

El culto por “Ghost in the Shell” tomó fuerza en 1995 cuando el manga (cómic japonés) fue adaptado a película animada en Japón, desde entonces directores como James Cameron, Steven Spielberg (quien adquirió los derechos para filmar la cinta en Hollywood)  y las hermanas Wachowski para “Matrix” (1999).

El largometraje, que a partir de mañana se estrena a nivel mundial, fue filmado en las ciudades de Hong Kong y Shanghái (China) para tomar el entorno futurista y de cyberpunk que demanda su trama. Mientras que los interiores se hicieron en estudios de Nueva Zelanda.

Aunque Johansson tiene el protagónico y es en quien recae el peso del filme, ella no fue la primera opción a la que los productores le ofrecieron un jugoso salario de 10 mdd, Margot Robbie era la actriz que estuvo antes en negociaciones pero declinó el papel para encarnar a Harley Quinn en “Escuadrón suicida” (2016)

A casi 30 años de distancia

Masamune Shirow visionó una historia que cambió la manera de ver la ciencia ficción en 1989, un departamento de patrullaje en el futuro que va tras los crímenes de hackeo, además comandado por las ordenes de una mujer.

El resultado fue “Ghost in the Shell” (GITS)  (que en español sería “El fantasma en el caparazón”) un mundo de cyberpunk ubicado en el 2029 en el que los humanos ya tienen implementos tecnológicos en su cuerpo y por ende pueden ser manipulados como una computadora si su sistema nervioso es corrompido.

Su éxito fue tal que Shirow continuó la serie en 1991 con “2: Man-Machine Interface” el cual se publicó en Young Magazine de manera serializada hasta 1997 y después, capítulos sin usar se imprimieron en “GITS – 1.5: Human Error Processor”.

Inspiración innegable

Cuando las entonces hermanas Wachowski se acercaron al productor Joe Silver para explicarle el concepto de su primer película de ciencia ficción le mostraron el anime de 1995 de GITS y le dijeron “queremos hacer eso en la realidad”.

El resultado fue la franquicia de “Matrix”, iniciada en 1999, la cual arrojó ganancias superiores a los un mil mdd, pero las ahora cineastas no fueron las únicas en tomar inspiración del trabajo de Mamoru Oshii, director del anime.

James Cameron aplaude el trabajo realizado de Oshii en GITS diciendo que “Esta es la primera y verdadera película animada para adultos en alcanzar un nivel de literatura y excelencia visual”.

Volviendo al manga

Para quienes han estado anhelando leer el gráfico original japonés, Panini Comics reeditó en español los ejemplares que forman la trilogía de GITS publicando el primer tomo el día de hoy por 169 pesos y los otros dos se venderán de manera trimestral saliendo en junio y septiembre respectivamente.

¿Quién es Masamune Shirow?

Prácticamente desconocido, el creador del manga “Ghost in the shell” se ha mantenido a la sombra sin ser una celebridad como Stan Lee. Masanori Ota es el nombre real de Masamune Shirow. Actualmente tiene 55 años de edad y usa el pseudónimo en honor a la espada Masamune de amplia tradición nipona.

Empoderamiento femenil

ajor Motoko Kusanagi, nombrada para el público occidental Major Mira Killian es quien comanda un grupo de acción despachado por el departamento de Sección Policial de Seguridad pública 9, mostrando que a pesar de ser una mujer cibernética tiene el carácter necesario para hacer el trabajo de fuerza judicial.

El manga tiene una clara diferencia entre el anime de 1995, hay un tono de comicidad y libertad sexual en el personaje de Major, mientras que en la película animada se descarta por completo su humor, manteniendo a una mujer inmutable a sus sentimientos.

Lo mismo ocurre para la adaptación de este 2017, aunque el rol interpretado por Johansson tiene un conflicto de identidad ya que cree que se le ha injertado un pasado en su mente, el cual no es suyo.