Genios para las drogas

¿Cómo sobrevives en un mundo obsesivamente orientado a resultados como Silicon Valley? 

¿En una startup de tecnología con largas jornadas laborales, donde la productividad es clave para cumplir en tiempo y forma con “the next big thing” (o “la siguiente gran cosa”), y así ganar credibilidad por parte de inversionistas, obtener financiamiento y no fracasar? 

¿O en una gigante tecnológica donde ese recién egresado no solo está dispuesto a comerse el mundo, con mayor empuje que nunca, sino que también llega bien armado, con todo el know-how para desbancar a los empleados de edad avanzada? 

La respuesta es simple: con drogas.

Como señaló en Business Insider Joscelin Cooper, escritora y consultora en comunicaciones y relaciones públicas, “las horas de trabajo maratónicas son parte del ADN de Silicon Valley”, donde se sobrevive con píldoras conocidas como nootrópicos o “smart drugs” (drogas inteligentes) que dan un boost al cerebro para rendir al máximo. 

Quien podría ejemplificar la cultura de “estimular tu cerebro o morir” que se vive en la meca de la tecnología es Dave Asprey, fundador y CEO de una bebida que promete mejorar las funciones cognitivas bautizada como “Bulletproof Coffee”, que contiene una mezcla de café con mantequilla sin sal de leche de vaca de libre pastoreo y grasas de origen vegetal obtenidas del aceite de coco y palma: 

“El rendimiento no solo se trata de resultados”, dijo Asprey a New York Observer. “¿Sabes lo que se siente cuando el chico drogado entra y  la junta se arruina? Si un tipo está tan hasta el cuello y cansado que es un patán y está sobrecargado de trabajo y estresado, tu compañía no gana”. 

La presión y la competitividad son fuertes en Silicon Valley. De hecho, de acuerdo a una encuesta de 2013 realizada por la base de datos de salarios en línea más grande a nivel global, Payscale, Apple y Amazon figuran entre las grandes compañías tecnológicas donde con ambientes de trabajo más estresantes. 

“Se espera que trabajas duro AWS (Amazon Web Services)”, escribió en un foro de Quora en 2012 Peter Beckham, quien trabajó durante más de un año en la plataforma de cómputo en la nube de la compañía a cargo de Jeff Bezos. “Siempre tendrás más trabajo que nunca puedas desear completar. Hay alboroto, un constante sentido de urgencia para ofrecer un gran producto y servicio a nuestros clientes”.

‘Drogas’ para la mente

Los nootrópicos (del griego “nous”, que significa mente) que consumen los geeks de Silicon Valley para potenciar las funciones cognitivas como la memoria y la atención nada tienen que ver con la clase de anfetaminas vendidos bajo receta médica, como el Adderall y Ritalin, ampliamente utilizados para tratar el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) –y que desde hace varios años cobraron auge entre estudiantes universitarios para dar el kilo en las clases y aguantar las noches de desvelo de estudio–. 

Tampoco son agentes conocidos por promover el estado de vigilia, como el modafinilo. 

Se trata de un grupo de compuestos –aminoácidos, hierbas, cafeína y otros químicos–, cuyos efectos como estimulantes del cerebro no han sido comprobados.

Los ávidos consumidores de estas drogas inteligentes incluso hacen sus propias mezclas, y buscan recetas en foros de Internet para hacer sus propias combinaciones. 

Los ingredientes los adquieren en la Web o en tiendas de suplementos alimenticios. Algunos de estos compuestos no están ni aprobados ni prohibidos por la ley para el consumo humano. 

Otros usuarios son más prácticos y adquieren sus botes de cápsulas que venden empresas emergentes como Nootroo y Nootrobox, con sede en San Francisco, California.

Entre los frascos con nootrópicos que vende Nootrobox, por ejemplo, está el bautizado como “RISE”, que consiste en una mezcla de compuestos como bacopa monnieri (una hierba utilizada con fines medicinales en Asia), Rhodiola rosea (una planta conocida por fortalecer el sistema inmunológico y mejorar el estado de ánimo) y cafeína. 

Su arma secreta

Si bien el uso de smart drugs para estimular el cerebro es común entre los techies en Silicon Valley, aún existen tabúes respecto a su consumo.

El desarrollador de software Jesse Lawler, quien produce el podcast “Smart Drug Smarts”, dijo a The Guardian que los empleados no necesariamente quieren revelar cómo logran llevar la delantera frente a sus colegas, y existe estigma alrededor de quienes tratan de engañar su biología. 

Otros simplemente no revelan su “fórmula mágica” como una estrategia de competencia, reportó New York Observer. “Otros empleados se agotarán y me preguntan, “¿cómo lidiaste con esa semana de locura?’”, dijo a la revista estadounidense Andrew, un estratega corporativo quien mantiene en silencio la forma en la que logra aumentar su estado de alerta y concentración. “Es como una arma secreta”. 

¿Son seguros?

Los partidarios del consumo de nootrópicos aseguran que son 100 por ciento seguros y que no traen consigo efectos secundarios.

Nootrobox, por ejemplo, señala en su sitio Web que todos los compuestos que contiene “RISE”, indicado para la memoria, resistencia y motivación, son generalmente reconocidos como seguros (GRAS, por sus siglas en inglés) y/o aceptables como suplementos dietéticos por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

Pero es fecha que no se han estudiado los efectos secundarios de las smart drugs a largo plazo en individuos sanos. Ni siquiera se conocen los efectos secundarios que podrían tener estas drogas inteligentes en un cerebro joven, cuyo desarrollo continúa incluso después de los 30 años de edad.

Otras de las preocupaciones actuales giran en torno al hecho de la normalización del consumo de estos estimulantes cognitivos para ser llevar nuestro rendimiento al máximo en el mundo laboral.

“Mi problema con todo esto es que la sociedad empuja demasiado para maximizar la producción y el rendimiento que el mejoramiento (cognitivo) se vuelve normal”, dijo a Time la psiquiatra Gaby Cora, con sede en Florida. 

Como escribió el bioético estadounidense Leon Kass, en un reporte de 2003 sobre el mejoramiento cognitivo: “debemos vivir, o intentar vivir, como hombres y mujeres verdaderos, aceptando nuestros límites finitos, cultivando nuestros dones dados, y actuando en formas que son humanamente excelentes. Hacer lo contrario es lograr nuestros resultados más deseados al último costo: obtener lo que buscamos o pensamos que buscamos al dejar de ser nosotros mismos “.

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