[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_xw0tez3s” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Como estudioso de las matemáticas, Marcus du Sautoy considera importante dejar el léxico académico de lado y aterrizarlo en ejemplos tan prácticos como las caricaturas, o ayudarse para contar números con las imágenes de películas como Pollitos en fuga (2000).
“Me gusta hablarle a la gente que no entiende las matemáticas, así que ustedes son mi audiencia perfecta, quiero intentar y llevar a esas personas a reafirmar las matemáticas, para que entiendan por qué las respuestas causan tanta pasión, alegría y belleza”
Du Sautoy ha publicado cinco libros desde 2003, en los que habla de la simetría, los números primos, el Universo y el infinito, los títulos han tenido tanta popularidad que fueron traducidos a 10 idiomas. También ha dado charlas TED y en distintas ocasiones ha colaborado tanto en la radio y televisión de la BBC.
El matemático se ha caracterizado por abordar temas tan complejos, como la teoría del infinito, pero de manera amena y graciosa, justo con la intención de que el público se acerque a la ciencia y no se aburra.
El arte y la ciencia exacta
Marcus du Sautoy asegura que le gusta utilizar el arte como un vehículo para transportar de manera segura los temas que más le apasionan.
“Me gusta ofrecer una cercanía con películas o teatro —de hecho trabajo con varias compañías de teatro— para intentar traer la ciencia a la vida, realmente disfruto eso, porque creo que es una buena manera de acercar la ciencia para capturar a una audiencia que no esperaba saber acerca de ella”, revela Du Sautoy.
De cómo el séptimo arte ha caracterizado a científicos y si esto está siendo un retrato preciso de la ciencia, el matemático de Oxford analiza que hay todo tipo de ejemplos, como en Parque Jurásico (1993) donde se metieron en problemas complicados al querer simplificar la teoría del caos, pero también hay otros donde la ciencia funciona a cuadro.
Marcus du Sautoy asegura que le gusta utilizar el arte como un vehículo para transportar de manera segura a las ciencias
“Mi ejemplo favorito es la serie de Ridley Scott Numb3rs, porque es acerca de un detective que trabaja para el FBI, pero su hermano es un matemático y cada episodio de la serie usa un poco de matemáticas para resolver el misterio”, dice el estudioso.
El diálogo entre la ciencia y la ficción
¿Acaso la ciencia ficción es sólo fantasía aderezada con un toque de realidad? Para el profesor inglés este género literario y cinematográfico es imprescindible para que se llegue a nuevas fronteras del conocimiento, de hecho cita a un novelista que concibió, incluso antes de la teoría, el viaje en el tiempo.
“¡H.G. Wells ahí fue donde todo empezó! Con La máquina del tiempo y eso fue antes de que Einstein llegara con su teoría, creo que hay un rol muy importante de las películas, las historias o novelas que empiezan a destellar la imaginación de los científicos que se preguntan si algo es posible (…) creo que este diálogo entre la ficción y los hechos es muy importante porque podemos probar ideas”, aclara.
De Volver al futuro (1985), Du Sautoy ve que en la película de Robert Zemeckis se sembró una de las paradojas más grandes que existen en cuestión al desplazarse en el tiempo, ¿qué pasaría si interfirieras con la vida de tu familia y dónde quedarías tú después?
“Tal vez haya una historia donde tu madre conoció a tu padre y te tuvieron, pero tal vez también hay otra historia donde no existes y no estés en el futuro, tal vez cada que alguien vaya atrás en el tiempo cause una fractura y tengamos mundos distintos, así que hay que seguir haciendo estos juegos y preguntarnos ‘¿qué tal si?’”, enuncia el científico.
El viaje (en el tiempo) infinito
Si tuviera que escoger una película que utilice de manera veraz lo que pudiera ocurrir con el viaje en el tiempo, Du Sautoy se toma un momento en silencio, por primera vez se torna serio, pero al fin logra dar con la cinta de Christopher Nolan que contó con la colaboración del teórico físico —ganador del premio Nobel— Kip Thorne: Interestelar (2014).
“Interestelar es un gran ejemplo, pero también amo esa cinta porque en el momento que el protagonista entra en el hoyo negro, de pronto ve estos múltiples tiempos, porque se ve a sí mismo en el cuarto, que es un cubo de cuatro dimensiones”, exclama Du Sautoy.
El matemático aprovecha para hacer la conexión con uno de sus autores favoritos, Jorge Luis Borges, quien utiliza en un cuento una idea similar y de quien él se inspiró para escribir una obra de teatro.
“Hay una historia en particular que se relaciona con Interestelar, es La biblioteca de Babel que es acerca de la geometría de la biblioteca y que parece un hexágono y cómo se van acomodando más y más como si fueran un panal de abejas, pero el bibliotecario quiere saber si esto es infinito o si es finito”, agrega el académico.
Sagan, la inspiración
De joven veía los programas de Carl Sagan, de quien resalta su trabajo de divulgación, gracias a él, sintió la vocación de adentrase al estudio de las matemáticas.
“Él es una de las personas que me inspiró a convertirme un científico, podía sentir su pasión y como era de excitante el tema. Las matemáticas son universales y probablemente sean el lenguaje que usaremos para comunicarnos con vida extraterrestre y Carl Sagan habló de ello”.
El lado inteligente de Los Simpsons
Ferviente seguidor de la cultura pop, Du Sautoy aplaude lo que ha hecho la serie animada creada por Matt Groening, ya que él ha visto matemáticas ocultas en varios momentos.
“Todos esos chicos que escriben Los Simpsons, son completos geeks y ellos esconden muy bien las matemáticas en Los Simpsons y también en Futurama. Disfruto los juegos que ellos hacen sobre las matemáticas ahí”.
