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Generación nada X

De forma  positiva o negativa, se ha hablado mucho acerca de los Millennials (o los miembros de la Generación Y). Esta generación de jóvenes nacidos entre 1980 y el 2000. 

Pero dado al periodo en el que llegaron al mundo, poco o nada se habla acerca de un grupo de personas que tiene todas las de ganar para enfrentarse con éxito a las demandas de los tiempos modernos: los miembros de la Generación X, nacidos entre 1965 y 1980. 

70%
de los miembros de la Generación X, prefiere trabajar de forma independiente
http://youtu.be/cELOOhPmkbk

De forma  positiva o negativa, se ha hablado mucho acerca de los Millennials (o los miembros de la Generación Y). Esta generación de jóvenes nacidos entre 1980 y el 2000. 

Pero dado al periodo en el que llegaron al mundo, poco o nada se habla acerca de un grupo de personas que tiene todas las de ganar para enfrentarse con éxito a las demandas de los tiempos modernos: los miembros de la Generación X, nacidos entre 1965 y 1980. 

Es la generación abandonada, la que pasa desapercibida… son el “sándwich” entre los Baby Boomers (nacidos entre 1945 y 1965) y la Generación Y. 

Pero es precisamente este lugar intermedio que ocupan en el orden de nacimiento el que da valor agregado a los miembros de la Generación X –Gen Xers o Gen X, en inglés–, que cumplirán 50 años en 2015.

A diferencia de los Millennials, caracterizados por “tirar la toalla” con facilidad tan pronto se aburran de sus empleos, los que se encuentran a finales de la tercera y cuarta década de vida llevan arraigado un sentido de compromiso y lealtad con el trabajo. 

Como escribió en Harvard Business Review Sylvia Ann Hewlett, fundadora y CEO del Centro para la Innovación de Talento (CTI, en inglés), en Nueva York: “la “Generación X podría sentirse que son la generación del ‘lugar equivocado en el tiempo equivocado’, atrapados cronológicamente entre los Boomers y los Millennials”. 

“Pero para los empleadores inteligentes, la Generación X está exactamente en el lugar correcto y en el momento adecuado: tiene talento y conocimiento, y está dotada con una ética laboral que da alas a su ambición en alza”. 

Y es que no importa si el lugar de trabajo se trate de un paraíso, para los Millennials puede no ser suficiente. 

En agosto del año pasado aludimos en este espacio a un ranking que mide el índice de rotación de empleados realizado por la consultora de nómina PayScal, que reveló que la permanencia del empleado mediano en Google no pasa de un año. 

Un empleado promedio de esta compañía californiana, que en 2007 fue considerada por la revista Fortune como el mejor lugar para trabajar, es un joven de alrededor de 29 años. 

Papás ‘high-tech’

La Generación X es un estuche de monerías no solo en los negocios, también en la crianza de los hijos. No ha sido –ni será– fácil adaptarse a una era en la que los hijos de los Gen Xers, nativos digitales duermen, literalmente, con gadgets, cuando se creció con la VHS, el walkman y la máquina de escribir. 

Pero los hijos de los Baby Boomers, los primeros padres de familia high-tech, no se han quedado atrás. Han aprendido a convivir con las nuevas tecnologías, incluidos Facebook, Twitter y Whatsapp. 

Así lo ejemplifica en The Washington Post la escritora Alisson Slater, una madre Gen Xer: “mi madre, Baby Boomer, se queja de que ‘ponemos todo en Facebook’, y aunque ella y mis abuelos tienen cuentas, no las usan. Mis padres todavía reciben un periódico de papel, leen libros de tapa dura y solo hace relativamente poco se sintieron cómodos con los mensajes de texto. Mis hijos les muestran cómo utilizar su iPhone, y yo les abro sus cuentas de iTunes”. 

La Generación X tiene todo a su favor para adaptarse al cambio y no morir en el intento, a la vez que buscan construir, desde cero, un estilo parental inédito.  

En Estados Unidos, el estudio “El Reporte de la Generación X” (2011), encabezado por el científico John D. Miller, de la Universidad de Michigan, reveló que los Gen Xers son “activos en sus comunidades, están satisfechos con su empleo y son capaces de equilibrar trabajo, familia y ocio”.

Pero esto no los exenta de atemorizarse por desconocer las consecuencias de que sus pequeños, con apenas cuatro y cinco años, crezcan sin despegar la mirada de una pantalla, sin encontrar el balance entre la vida virtual y la real. 

“La verdad es que mi generación de padres somos pioneros aquí, les guste o no”, dice la escritora.  “No creo siquiera considerar que existe una ‘manera correcta’ de ser papá con la tecnología. Pero tomar conciencia de que lo que estamos haciendo no tiene precedentes –que ningún estudio a la fecha sabe exactamente cómo esta iChildhood se verá cuando nuestros niños sean adultos– se siente como un tipo de alivio”. 

Una joya de empleados 

Olvídate de los Millennials si quieres hacer crecer tu negocio. Un cúmulo de evidencia apunta a que los miembros de la Generación X son elementos aún más valiosos para una organización que los jóvenes de la Generación Y.

“Acercándose o ya en la plenitud de sus vidas y carreras, ellos (la Generación X) están preparados y listos para el liderazgo”, señala en Harvard Business Review la empresaria Sylvia Ann Hewlett. 

En Estados Unidos, 68 por ciento de los Gen Xers está a la cabeza de las compañías que figuran en la lista anual de empresas privadas en expansión que publica la revista especializada en Empresas Inc. 

Un estudio del Centro para la Innovación de Talento que dirige Hewlett encontró que casi tres cuartas partes de la Generación X (70 por ciento) prefieren trabajar de forma independiente. Y 80 por ciento reportó preferir ser su propio jefe porque valoran tener el control sobre su trabajo.

“Altamente autosuficientes, la Generación X son jugadores individuales que ‘funcionan bien en situaciones donde las condiciones no están bien definidos o están en constante cambio’”, cita Hewlett a un informe generacional de la Sociedad de Gestión de Recursos Humanos de Estados Unidos. 

En un artículo publicado en Psychology Today, la investigadora en psicología Denisse Cummins dice que los Gen Xers tienden a ser orientados a objetivos, mientras que los Millennials y Boomers valoran el propósito y el significado en su carrera por encima del dinero o poder. Y esto es lo que se suele sintetizar en algo incuestionable: el “Gen-X vive para trabajar, mientras que Boomers y Millennials trabajan para vivir”. 

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