Un investigador chino aseguró haber ayudado a crear a los primeros bebés genéticamente modificados, unas gemelas nacidas este mes cuyo ADN dice alteró con una poderosa herramienta nueva capaz de reescribir el proyecto original de la vida.
De ser cierto, sería un gran salto para la ciencia con profundas implicaciones éticas.
Un científico estadounidense señaló que participó en el trabajo de edición genética en China, el cual está prohibido en Estados Unidos porque los cambios en el ADN pueden pasar a las generaciones futuras y se corre el riesgo de que otros genes resulten dañados.
Muchos científicos creen que es demasiado riesgoso intentarlo, y algunos denunciaron que el informe chino equivale a experimentar con seres humanos.
El investigador, He Jiankui de la ciudad de Shenzhen, dijo que alteró embriones para siete parejas durante tratamientos de fertilidad, y hasta ahora ha obtenido un embarazo. Dijo que su meta no era curar ni prevenir una enfermedad hereditaria, sino intentar otorgar una característica que poca gente tiene en forma natural: una capacidad de resistir una infección en el futuro con VIH, el virus que provoca el sida.
Señaló que los padres involucrados declinaron ser identificados o entrevistados, y que él no revelará dónde viven ni dónde se efectuó el trabajo.
Nadie confirmó la afirmación de He en forma independiente, ni ha sido publicada en una revista, donde sería examinada por otros expertos. Dio a conocer su labor en Hong Kong el lunes a uno de los organizadores de una conferencia internacional sobre edición genética que comenzará el martes, y previamente en entrevistas exclusivas con The Associated Press.
Algunos científicos expresaron su asombro al escuchar la afirmación y no tardaron en condenarla.
Es “inconcebible… un experimento en seres humanos que no es defendible ni ética ni moralmente”, dijo el doctor Kiran Musunuru, experto en edición genética de la Universidad de Pensilvania y editor de un diario de genética.
“Esto es demasiado prematuro”, dijo el doctor Eric Topol, quien encabeza el Scripps Research Translational Institute en California. “Estamos lidiando con las instrucciones de operación de un ser humano. Es algo muy grande”.
Sin embargo, un famoso genetista, George Church de la Universidad de Harvard, defendió el intento de edición genética para VIH, lo que definió como “una creciente e importante amenaza a la salud pública”.
“Creo que es justificable”, dijo Church sobre ese objetivo.
En años recientes los científicos han descubierto una manera relativamente sencilla de editar genes, los filamentos de ADN que gobiernan el cuerpo. La herramienta, de nombre CRISPR-cas9, posibilita las operaciones de ADN para proveer de un gen necesario o deshabilitar uno que causa problemas.