Madrid no ha cambiado nada en siglos: la Puerta del Sol sigue en pie, la Gran Vía se transita como siempre e, incluso, la Plaza de Toros de Las Ventas mantiene sus corridas semana a semana en el año 2614.
Lo que sí es un evidente problema es la gentrificación, la polución desmedida y los estragos que ha dejado una Gran Guerra: una población senil que exige metadrogas en las calles, donde ahora se puede matar a diestra y siniestra, sin que haya una ley que controle a los ciudadanos.
Parte de esta ciudadanía mayor, estadísticamente, son más las mujeres de la tercera edad, en una ceremonia cada 9 de abril en un templo neo-budista de Lavapiés reciben un arma para después hacer “el baile” y enfrentarse a sus iguales, rivales sin nombre, sin memoria, con siete vidas por delante.
En este escenario ocurre Gatas, cómic digital que fue hecho enteramente con Inteligencia Artificial (AI, por sus siglas en inglés) por la agencia de publicidad española CYW. Esta novela gráfica a diferencia de los proyectos profesionales y laborales del despacho creativo fue un plan personal de Carmelo Rodríguez y Willy Lomana, a quienes les apasiona la AI, y quienes han experimentado con ella desde meses atrás.
“En esas investigaciones queríamos testar un poquito hasta dónde eran capaces de llegar y no hay mejor manera que intentarlo contando una historia un poquito diferente, como es Gatas; esto ha sido un poco el resultado”, describe Rodríguez.
Ambos creativos de la agencia platican en videollamada desde España que el guión para hacer la historieta se hizo a partir de que tuvieron en mente el seguir experimentando con Midjourney, la Inteligencia Artificial que usaron en este caso.
“Al tratarse de un proyecto personal de la agencia, lo hemos hecho en nuestros ratos libres, cuando realmente podíamos, por el placer de aprender y de poner a prueba la AI en nosotros mismos, porque como decía Carmelo, cuando trabajas con AI no se trata de ser el mejor ilustrador, sino ser el mejor ‘escriditor’; o sea, es encontrar esa manera de describir lo que quieres que haga la AI, que construya esas imágenes es ese reto entre la máquina y el hombre”, agrega Lomana.
Gatas ya se encuentra disponible de manera gratuita en el sitio cyw.es/gatas. Ambos creadores expresan que tienen pensado hacer un tiraje limitado en físico, además de seguir experimentando a futuro con Midjourney y cualquier otra AI.
Temas inusuales en la ficción
Cuadro a cuadro, Gatas tiene una atmósfera ineludible en la que tanto Rodríguez como Lomana admiten hay una influencia clara del cyberpunk o neonpunk, como les gusta decirle, que es un legado que quedó bien cimentado con Blade Runner (1982), película de Ridley Scott o con el libro Neuromante, de William Gibson.
“Hemos pensado que el futuro sea bastante más halagüeño de lo que es esto, pero al final, como amantes del género, se lo debíamos un poco, es verdad que hablar del cyberpunk sin que hablemos de una ciudad decadente con lluvia ácida y súper poblada es muy difícil”, comparte Rodríguez.
Algo que también tuvo en mente el equipo creativo de CYW es que en lugar de tener un protagonista estereotipo, querían dar un giro, pensar en los ancianos, en que la población mayoritaria será la de la tercera edad en un futuro, fenómeno que cada vez se ha visto más en Europa en las últimas décadas y así incorporaron más temas inusuales en su historieta.
“La fecha que se ve en el cómic nos permitía jugar con una atemporalidad en la que podemos poner muchas cosas, y no hemos cerrado nada, hemos dejado todo como muy abierto, por ejemplo, se habla de la Gran Guerra, pero no se ahonda en ello, ha cambiado la religión”, añade Lomana.
Inteligencia Artificial: ¿Arte o herramienta?
Tanto Carmelo Rodríguez como Willy Lomana reflexionan sobre si la Inteligencia Artificial genera arte o no.
“¿Tiene menos valor esa imagen hecha en Photoshop que la que ha hecho un tío en oleo y lienzo? Si la idea es buena, quizá no. Para mí, la AI es un vehículo, lo que cuenta es la idea, y la idea para mí y la conexión con la gente es lo que hace el arte”, considera Rodríguez.
Lomana considera que la AI es un facilitador, por ejemplo, tanto él como Rodríguez no son ilustradores y reconoce que no podrían crear una pieza al estilo de Midjourney solos o un cartel publicitario sin la ayuda de un profesional, por eso es interesante que este algoritmo permite experimentar algo nuevo, pero sin comando, no existe una generación de imagen.
“Aquí, de alguna manera, la máquina te tira ideas, te abre caminos o, en este caso, te ayuda. Ni Carmelo ni yo somos ilustradores, nunca nos hemos podido permitir, a título personal, contar como uno de ellos y es un placer el ir dirigiendo a la máquina y crear algo único. Obviamente, la labor de un ilustrador, un diseñador gráfico o un pintor, es un talento que no se puede perder y es útil”, refrenda Lomana.
Detrás de la novela gráfica
El equipo de CYW describe que alimentar el algoritmo de Midjourney no fue tarea fácil, porque se le tienen que pedir comandos específicos, por lo que tardaron alrededor de un mes y medio para crear todo el cómic de 46 cuadros.
“Han sido muchas noches largas, nos ha quitado muchas horas de sueño. Se hubiera podido hacer antes, pero hemos ido rascando el tiempo que podíamos, y luego lo dejamos respirar, porque cada semana evoluciona la tecnología. Fue un reto increíble conseguir que esas ancianas fueran las mismas todo el tiempo, porque cuando tu tiras un comando, Midjourney te va a dar una imagen diferente, única, nunca arroja lo mismo dos veces”, abunda Rodríguez.
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