Garrapatas, ¿causantes de una próxima epidemia?

Por alimentarse de la sangre humana o de animales, estos insectos son propagadores de enfermedades peligrosas que todavía no tienen cura
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Con el aumento de la temperatura debido al cambio climático y la deforestación, las garrapatas son cada vez más cercanas a los seres humanos y, de acuerdo con un artículo del diario inglés The Guardian, estos organismos podrían ser causantes de epidemias en un tiempo no muy lejano.

Hoy más que nunca, la investigación de estos insectos podría ser pertinente, debido a que por su manera de alimentarse, mediante la sangre de animales y humanos, son transmisoras de enfermedades de las cuales todavía no existe cura.

Los seres humanos se han enfrentado a numerosos intentos para desafiar a diversos virus de los cuales ha salido avante, tal es el caso del SARS, del virus del Ébola, del Zika transmitido por los mosquitos, o más recientemente el de la influenza A H1N1.

No obstante, a pesar de que muchos de estos virus surgieron en animales que tienen la capacidad de ir de un lugar a otro infectando personas, la garrapata tiene la habilidad de hacerlo y muy bien. Las garrapatas podrían ser mejor descritas como las jeringas usadas por el mundo natural debido a sus hábitos de alimentación; a ello hay que sumarle que su resistencia, pues se encuentran en todos los continentes incluyendo la Antártida.

Su estudio es minúsculo y reciente, de hecho, fue en 1975 cuando la enfermedad de Lyme se le atribuyó a estos insectos de forma esférica. Sin embargo, actualmente se conocer numerosas especies de microbios de los que son portadoras, número que aumenta año con año.

El caso de la enfermedad de Lyme es causada por la bacteria llamada Borrelia burgdorferi, la cual es transmitida por la garrapata negra -también llamadas garrapatas de venado. Estos insectos adquieren la bacteria cuando se alimentan de pequeños roedores infectados.

El Lyme no es un padecimiento mortal, sin embargo existen otros que sí lo son, tal es el caso de la Rickettsia, el cual puede confundirse de manera muy sencilla con el Lyme pues comparten síntomas como erupciones en la piel con diversas coloraciones, dolor en articulaciones y fatiga.

En octubre de 2017, en Gómez Palacio, Durango, se registró la muerte de una familia por Rickettsia. Una mujer de 31 años, una niña de 6 y un hombre de 47, fallecieron horas después de acudir al Hospital General de la región.

El director médico, Luis Fernando Zúñiga, mencionó que esa enfermedad había sido la causa de los fallecimientos, luego de que al llegar a las instalaciones médicas, todavía se encontraron algunas garrapatas unidas a su cuerpo.

Por otra parte, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es quizás la enfermedad más terrible transmitida por garrapatas, ya que no existen tratamientos disponibles, y las tasas de mortalidad puede ser tan altas como 40 por ciento en los seres humanos infectados. Para ponerlo en perspectiva, que la tasa de mortalidad es similar a los casos no tratados de Ébola o la peste bubónica.

La Organización Mundial de la Salud considera que el virus FHCC tiene una alta probabilidad de causar epidemias y ha dirigido una financiación considerable hacia la búsqueda de un tratamiento, aunque hasta la fecha no se ha desarrollado.

La amplia distribución de garrapatas capaces de propagar la enfermedad junto con la capacidad de los animales domésticos comunes, para mantener el virus en su sangre a niveles elevados, significa que el FHCC se puede expandir a nuevas regiones.

La fiebre severa con síndrome de trombocitopenia (SFTS), descubierta en el 2009, mantiene encendidas las alertas en Asia, especialmente en Japón, donde 57 personas han muerto de la enfermedad desde 2013. Los signos de la enfermedad puede variar en severidad desde relativamente leves, como la fiebre y la diarrea, a severa, que puede incluir un fallo multiorgánico.

El hecho de que la epidemiología de la enfermedad es tan poco conocida, hace que su propagación sea poco predecible. Aunado a ello, dos especies de garrapatas capaces de portar este virus tienen una alta presencia en grandes ciudades cosmopolitas en el mundo, incluyendo algunas de Estados Unidos, Reino Unido, e incluso Australia.

Las garrapatas son animales pequeños pero muy peligrosos, y están llegando a cada vez un mayor contacto con los humanos. Una eventual epidemia no podría provenir de una selva lejana en Asia o en la sabana africana, como teorías relacionadas con algunos virus; quizá la próxima epidemia se encuentre en el patio trasero de cualquier familia.

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