Cada año los certámenes de belleza generan polémica por distintas causas, este 2016 toca el turno a Miss Teen USA, que en un afán por la búsqueda de equidad de género decidió eliminar del concurso el desfile en traje de baño de las participantes, una de las partes tradicionalmente de más controversia, y seguida.
La decisión, adoptada por la organización Miss Universo –coordinadora del certamen-, implica que las 51 aspirantes a reinas de belleza van a cambiar los trajes de baño por ropa deportiva.
La nueva dirección se entiende como una medida “menos explotadora” y más apropiada respecto a las concursantes, con edades de 14 a 19 años, pues la atención se va a centrar en la importancia de estar en buena forma, según el comunicado emitido por la organización. Un cambio que ya adoptó el certamen Miss Mundo en 2014.
El nuevo rumbo significa “celebrar la fortaleza, la confianza y la belleza de las mujeres en formas diferentes y más constructivas”, ha afirmado la presidenta del concurso Paula Shugart en una carta enviada a los directores estatales de Miss Teen USA.
“Esta decisión refleja un importante cambio cultural que todos celebramos y que da poder a las mujeres que llevan unas vidas activas, con propósito y anima a las que hacen lo mismo en sus comunidades”, añade.
“Es una gran forma de celebrar las vidas activas que muchas mujeres jóvenes realizan y que representan un fuerte ejemplo para sus iguales”, ha coincidido Katherine Haik, actual portadora de la corona, que cederá a quien resulte ganadora tras el concurso que se celebrará el próximo 30 de julio en Las Vegas, Nevada.
Intenta cobrar vida
El certamen intenta de esta manera modernizarse y adaptarse a una sociedad que cada vez ve con peores ojos los concursos centrados en encumbrar a una mujer juzgada simplemente por su aspecto físico, lo que muchos consideran que fomenta ver a las modelos como mujeres objeto.
Aunque es más que probable que el desfile no sea en chándal, sino en mallas y tops deportivos que se adapten al cuerpo de las chicas como una segunda piel.
Entonces tendría cabida la pregunta -y dependiendo del traje (mallas o short) y lo corto del top- ¿vale la pena el cambio o sólo se suben al tren feminista en un afán de no morir en la vorágine del mundo actual?
En cualquier caso, es más que probable que en la decisión también haya tenido mucho que ver el creciente mercado de la moda athleisure.
Falta por ver si seguirá la misma estela el concurso madre, Miss Universo, hoy en manos de la agencia de talentos WME-IMG después de que el pasado septiembre se lo compraran al magnate Donald Trump.
El candidato republicano a la Casa Blanca se vio obligado a traspasar uno de sus trabajos favoritos después que sus polémicas declaraciones sobre los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos provocaran un enfrentamiento con las cadenas NBC Universal y Univisión.
Moda athleisure
Hasta hace relativamente poco, las prendas reservadas a la práctica de cualquier rutina deportiva estaban destinadas exclusivamente a eso; pero entonces llegó la revolución Alexander Wang, la ropa de clubbing, la colección sport de Beyoncé para Topshop y la nueva dirección cretiva de Puma a cargo de Rihanna.
Si mezclamos todos estos elementos con un poco de estética ‘angelina’, los looks de las celebs para acudir a sus clases de yoga y las gorras de beisbol combinadas con aros gigantes de Kendall Jenner, entonces obtenemos una nueva e imbatible tendencia, una revolución destinada a conquistar la industria de la moda; en otras palabras: la moda athleisure.
Sólo nos queda recordar y analizar con perspectiva las palabras de Mark Parker, CEO de Nike, cuando comentó que “los leggings son el nuevo denim”.
La palabra althleisure es una composición de dos palabras: athletic (atlético) y leisure (ocio).
En realidad sus significados son por completo opuestos, pero a través de esta unión configurada por la industria de la moda, ha nacido una nueva manera de entender la estética deportiva.
Nunca fue tan trendy llevar la ropa de yoga en el trabajo o en la pista de baile una noche de sábado cualquiera; porque ya no hay razón alguna para sentirse culpable cuando caminas por la calle ataviada con tu gorra favorita, una sudadera y las sneakers más cómodas del universo. Ahora lo sport es simplemente cool.