Frida Kahlo es una de las artistas mexicanas más famosas y un ícono en el arte, ya que a lo largo de su vida pintó cerca de 150 cuadros, en su mayoría autorretratos, llenos de simbolismo que sólo se pueden comprender al conocer su vida.
Pues, aunque la artista es considerada parte del surrealismo, a lo largo de su trayectoria defendió que sus pinturas no provenían de su imaginación, sino que se trataba de un retrato de su realidad.
O en sus palabras: “Ellos, (los críticos de arte) creen que soy surrealista, pero no es cierto, no lo soy. Yo nunca he pintado lo que sueño. Yo pinto mi propia realidad”, de acuerdo con información de Social Art.
El Camión (1929)
No es ningún secreto que la vida de Frida Kahlo estuvo marcada por el sufrimiento y dolor físico, ya que en 1913 enfermó de poliomielitis, dejando secuelas en su cuerpo. Más tarde, en 1925 sufrió un accidente en un autobús.
Este fue embestido por un tranvía lo que le ocasionó la perforación de la pelvis, una fractura en la columna vertebral, la clavícula, varias costillas, y se fracturó una pierna en once lugares distintos, explica el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad de México.
El terrible accidente fue clave, ya que debido a que tenía que permanecer inmóvil, Frida dedicó su tiempo a pintar. Se cree que su obra “El Camión” podría hacer referencia a este momento de su vida.
“La pintura parece representar la tranquilidad que precede a la calamidad. Todo el mundo sigue con su rutina (…) muchos han propuesto que ‘El Camión’ resume el momento previo al accidente”, explica un blog dedicado a Frida Kahlo.
Las dos Fridas (1939)
Luego de incursionar en el mundo de la pintura, Frida Kahlo comenzó a rodearse de artistas, entre ellos Diego Rivera, el pintor y muralista mexicano, quien a pesar de ser 20 años mayor que ella, comenzó una relación con la pintora y se casaron.
Sin embargo, fue un vínculo complejo marcado por las infidelidades de ambas partes. En 1939, la pareja tomó la decisión de poner fin a su matrimonio, de lo cual, se cree, quedó registro en “Las dos Fridas”, una de las pinturas más famosas de la artista.
La obra muestra a, “Frida” que se encuentra de lado derecho, sosteniendo en su mano una pequeña imagen de Diego Rivera, de este sale una arteria que llega hasta su corazón; luego sigue su trayectoria hacia la otra mujer.
En la pintura se puede observar que, ella, con su mano derecha, toma unas pinzas de cirujano para cortar la arteria e intenta detener el flujo de sangre, sin embargo, sigue por su vestido y empieza formar flores; además, en el fondo, el cielo luce tormentoso.
Desde la representación de su amiga imaginaria, el acompañamiento que se brindan las mujeres y hasta expresar su sentir sobre la ruptura con Diego Rivera, son algunas de las interpretaciones que se le han dado a esta obra, de acuerdo con el Museo de Arte Moderno.
La cama volando (1932)
A lo largo de su vida Frida Kahlo tuvo tres abortos, uno de ellos quedó enmarcado en el cuadro “La cama volando”, ya que tras su primera pérdida en 1930, volvió a tener un embarazo dos años después.
A pesar de que decidió seguir con la gestación, la artista sufrió un aborto espontáneo, en la obra Frida va describiendo las sensaciones y pensamientos que tuvo mientras estuvo en el hospital, de acuerdo con el blog Historia del Arte.
La columna rota (1944)
A pesar de que Frida Kahlo trató de volver a la vida normal tras el accidente de 1925, continuó experimentando fatiga y dolor de espalda, tras una revisión médica, se encontró que el accidente le había desplazado tres vértebras, de acuerdo con Google Arts and Culture.
Por este motivo, tras una cirugía, tuvo que usar un corsé metálico, que le ayudaba a mitigar los dolores que experimentaba. Lo que habría pintado en su obra “La columna rota”.
En el cuadro Frida está de pie, en medio de un paisaje árido. Su torso está rodeado por cinturones de metal forrados con tela. Su columna fue reemplazada en la obra por una columna jónica agrietada.
“Aunque está bañado en lágrimas, no refleja ningún gesto de dolor. Así era como ella siempre se mostraba ante la vida, firme y desafiante al espectador. Los clavos, a lo largo de su cuerpo, son símbolo del dolor constante al que se enfrentaba”, explica la Fundación Casa de México en España.
Viva la vida (1954)
Este es uno de los cuadros más importantes de Frida, ya que se considera como la última pintura que realizó previo a su fallecimiento el 13 de julio de 1954.
“A pesar de su deteriorada salud, el título de esta obra es un tributo a la vida. Las frutas y la manera en que están pintadas son emocionantes, debido al color rojo vibrante en las sandías”, explica Google Arts and Culture.
Ocho días antes de que Frida muriera, decidió agregar la frase “Viva la vida”, la cual se convirtió en un emblema e incluso Chris Martin, el vocalista de Coldplay, al conocer la historia decidió nombrar de esta manera un álbum de la banda.