Flor de fuego reflejo del sufrimiento y la resistencia de las personas. Foto: Especial

Conoce “el arte de la memoria” en 117 imágenes de Yael Martínez en el Museo de Arte Moderno

A través de la exposición Flor de fuego. Rí'yuu ágù se parte de una narración visual que busca otorgar humanidad a las tragedias que azotan a las comunidades más vulnerables de México y otros países

La exposición Flor de fuego. Rí’yuu ágù, del fotógrafo guerrerense Yael Martínez va más allá de lo que se espera en una muestra fotográfica tradicional. Con 117 imágenes que combinan la documentación con lo artístico, la exhibición revela una intensa exploración de temas que atraviesan la violencia, la migración, las desapariciones y el despojo, fenómenos dolorosamente comunes en México, Centroamérica y Estados Unidos.

Abierta al público desde abril de 2024 en el Museo de Arte Moderno, las imágenes muestran cómo el trabajo de Martínez no se limita a capturar momentos en bruto, sino que interviene sus imágenes con perforaciones, rayones, trazos y manchas de químicos y tintas, transformándolas en un cruce entre lo visible y lo simbólico.

Las fotografías, que han sido recopiladas desde 2017, adquieren una textura viva, casi palpitante, donde la realidad parece rasgarse para revelar verdades más profundas.

El Museo de Arte Moderno está ubicado en Paseo de la Reforma esquina Gandhi, Primera Sección del Bosque de Chapultepec

La exposición “Flor de fuego” es una experiencia sensorial y espiritual

El recorrido de la exposición es una experiencia inmersiva. La museografía, diseñada para generar una atmósfera introspectiva, presenta un túnel a media luz en el que las imágenes intervenidas de Martínez parecen flotar en un espacio casi onírico.

La oscuridad enmarca las fotografías y crea un contraste que intensifica la relación del espectador con las historias retratadas. A medida que los visitantes avanzan, es como si ingresaran a un universo en el que las cosmovisiones de los pueblos originarios y las experiencias de quienes han sido silenciados por la violencia encuentran eco en el arte.

Algunas de las piezas más impactantes de la muestra, como “Flor del tiempo”, “Campo de amapolas” y “La cosecha”, capturan escenas de la Montaña de Guerrero, una región marcada por la producción de amapola y la violencia asociada a ella.

Flor de fuego estará disponible hasta el 13 de octubre de 2024 en el Museo de Arte Moderno

Asó, las imágenes documentan la realidad de una zona al tiempo que reflejan la complejidad de un ciclo que, por más de una década, ha implicado la vida y muerte de miles de personas.

Por otro lado, fotografías como “Abuelo Estrella” (2021), que retrata a un anciano en Cochoapa, Guerrero, con perforaciones en los ojos y los dedos, evocan un simbolismo que el espectador sabrá apreciar.

El lente de Martínez no se limita a Guerrero, ya que captura momentos de la migración y el desplazamiento forzado en lugares como Nueva York, Honduras y Sinaloa. En imágenes como “Camino incierto” (Nueva York, 2022) se ve a una familia migrante en tránsito, mientras la luz, cuidadosamente intervenida por el artista, parece abrir una puerta hacia la esperanza.

Flor de fuego reflejo del sufrimiento y la resistencia de las personas. Obras como El río de la memoria y mis hijas (2023) muestran cómo, incluso en medio de la oscuridad, las historias de quienes han sufrido se mantienen vivas y luminosas.

Las perforaciones en la imagen actúan como un gesto poético, un recordatorio de que la memoria no puede ser silenciada.

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