¿Flirtear o no flirtear?
Su traducción al español, según la RAE, es coquetear; en ocasiones se le atribuye también a la acción de ligar. Flirtear ese esa experiencia pícara en la que el lenguaje corporal, así como el verbal, juega un rol trascendental. Una acción tan espontánea como divertida… siempre y cuando lleve a una buena situación para ambas partes.
Los ojos son la herramienta clave para iniciar el flirteo.
María Alesandra PámanesSu traducción al español, según la RAE, es coquetear; en ocasiones se le atribuye también a la acción de ligar. Flirtear ese esa experiencia pícara en la que el lenguaje corporal, así como el verbal, juega un rol trascendental. Una acción tan espontánea como divertida… siempre y cuando lleve a una buena situación para ambas partes.
Los ojos son la herramienta clave para iniciar el flirteo.
Leander van der Meij, de la Universidad de Valencia, señala que a diferencia de una mujer, un hombre tiende a mantener el contacto visual por más tiempo con la conquista potencial que tienen enfrente, a su vez, sonríen más y se “aventuran” antes que la mujer para iniciar el coqueteo.
No es que seamos aburridas o no estemos diseñadas para tomar la iniciativa, todo lo contrario… la diferencia entre hombres y mujeres al flirtear se debe a que aumentan los niveles de testosterona en la sangre del hombre.
Entonces, esto no significa que siendo mujer estás expuesta a que un hombre se acerque a coquetearte, simplemente ellos moverán la primera pieza en la mayoría de los casos.
Y es que tiene sus ventajas, este arte del coqueteo también ayuda a quemar calorías. Por muy increíble que parezca, de acuerdo a expertos de la Universidad de Bogotá, cuando una persona liga se consume energía.
Una mujer puede llegar a quemar hasta 11 kilocalorías por minuto con el contacto visual a la hora de flirtear. Por su parte, un hombre quema aproximadamente tres kilocalorías.
Aunque con las redes sociales es casi imposible, en el coqueteo también son los hombres y las mujeres extremadamente diferentes, pues según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, ellos prefieren hacerse sentir más interesantes y no dejar entrever que “están cayendo”. Para este estudio, se analizaron también cuentas de Facebook de participantes voluntarios.
Y es que el flirteo que aparenta ser natural y sencillo, es toda una ciencia a prueba de estudio, una investigación del MIT, indica la gran influencia del físico, ¡hasta en el nombre! Para ellos es mucho más atractivo y seductor cuando el nombre de las féminas tiene letras con “curvas”, como lo serían la O y la A. Caso muy distinto en los hombres, quienes son más tentadores si tienen nombres con I y E.
¿Dejarte llevar?
Sabemos que es natural, incluso automático, pero, ¿cuándo no es recomendable flirtear?
Incluso si no se trata precisamente de buscar a una pareja por medio del flirteo, la ciencia señala que se disfruta.
La ciencia deja muy en claro que el flirteo “ha sido parte del desarrollo para promover la raza humana, ayudando a los machos para aparearse y a las hembras para evaluar una posible pareja y su compromiso, antes de seguir adelante”, dice un artículo en The Wall Street Journal.
Sin embargo, no todo es color de rosa… y flirtear no es un deporte; esta diversión y juego pueden ser muy peligrosos, los problemas se pueden presentar cuando el flirteo se da con personas que tienen pareja, común en el ámbito laboral. O en circunstancias casuales como el supermercado, para conseguir una buena mesa en un restaurante o antro, o en una farmacia, por ejemplo.
Elizabeth Bernstein de The Wall Street Journal asegura que “a muchos de nosotros nos gusta coquetear en ocasiones con amigos, compañeros de trabajo o personas desconocidas que nos topamos. Cuando estás comprometido en una relación, sin embargo, flirtear es más complicado. Lo que constituye un aceptable coqueteo no solo depende de tus intenciones, sino también de como tu pareja se sienta acerca de ello”.
Bernstein dice que no solamente flirteamos por romance, también puede ser para conseguir lo que queremos, muy común entre compañeros de trabajo, o bien, para hacernos sentir mejor a nosotros mismos.
De hecho, para muchas personas es simplemente divertido y se queda en eso.
De acuerdo a Bernstein, el hecho de sentir una incertidumbre de no saber si la otra persona con la que se flirtea va en serio o es un juego pícaro, es lo que lo hace interesante. Sobre todo, si se relaciona con romance y/o connotación sexual.
No porque se trate de un simple “ligue”, se va a omitir el hecho de pensar que puede llegar a ser algo más allá que eso.
“Desde algo verbal, hasta elogios, bromas y burlas, o puede ser solo una sonrisa, una mirada fija, una sacudida de pelo o una mano en el brazo. Y, por supuesto, puede ser un correo electrónico o un mensaje de texto, con todos esos emoticones”, todos sabemos cuando se trata de un coqueteo, señala la publicación en The Wall Street Journal.
En ocasiones, se intenta flirtear para conseguir una buena atención en algún establecimiento o porque se encontró con una persona que le pareció realmente atractiva.
Pero ojo, según lo que dice Brandi Frisby, de la Universidad de Kentucky, “flirtear con tu espos@ mantiene el matrimonio sano”. Ya que de acuerdo al estudio que encabezó Frisby, el flirtear con la pareja disminuye los conflictos y fortalece la comunicación entre ambos.
Por lo que no es recomendable dejarse llevar sin analizar las consecuencias, inclusive porque el hecho de querer ligarse a alguien totalmente desconocido, puede convertirse en algo ofensivo e irrespetuoso.
Además, la mencionada publicación en The Wall Street Journal alude al meta-análisis de 15 estudios realizado en 2009 por expertos de la Northern Illinois University, el cual indica que los hombres tienen tendencia a subestimar los intereses de las mujeres y a interpretar –mucho más de lo previsto o imaginado– el coqueteo como algo sexual.
Brandi Frisby dice que tras estudiar las diferencias que surgen entre hombres y mujeres a la hora de flirtear, encontró que cuando las mujeres “flirtean en una manera sugestivamente sexual, los hombres las encuentran más atractivas. Pero los hombres que flirtean de esa manera, se ven agresivos y menos atractivos”, para las mujeres.
Alejarse de la tentación del flirteo no es una tarea fácil, mucho menos para el sexo masculino, pues en este espacio hemos aludido a que por naturaleza, los hombres tienden a interpretar una situación relativamente neutra con una connotación sexual, en un nivel mucho mayor que las mujeres.
Lo que da pie a que en casi cualquier situación, momento o circunstancia, se de el flirteo.
Aunque sea fácil y barato, flirtear puede alegrarte el día y no pasar de ahí, pero también podría dar pie a una relación de amor para toda la vida. Lo cierto es que hasta en eso, se debe pensar dos veces antes de actuar.