“Cuentan los abuelos que los quetzales eran símbolos de sanación para las niñas y los niños que tartamudeaban, y que al ver a esta ave volar, les ponían una varita en sus labios e imploraban que les regresaran la palabra, para luego, lanzarla (la varita) al aire”, así recuerda Concepción Hernández las anécdotas de sus ancestros, sabiduría que adoptó junto con su agrupación, que, en el año 2014, se bautizaran durante un concierto en la Ciudad de México como Ka’Ux, palabra que en lengua Ayuujk significa “aves que retoñan vida en el corazón”.
La Banda Femenil Ka’Ux eligió este nombre porque los quetzales siempre vuelan en conjunto, así es como ellas se imaginan y se ven como una familia que trabaja en colectivo y con libertad.
“En la banda manejamos la idea de ser libres, de no tener pena, si estamos ensayando una pieza, yo les digo ‘párense, bailen, para que realmente lo disfruten’. Y esa alegría tratamos de transmitirla cuando tocamos y en nuestros videos”, platica Lucía Hernández, compositora y trompetista de la banda.
Al descender la neblina por cerros de Cempoaltépetl, uno de los puntos más altos de la Sierra Norte de Oaxaca, se comienza a admirar la belleza y todo el esplendor de Santa María Tlahuitoltepec; aromas de la naturaleza y los sonidos de las aves se desprenden por todo el cerro y, de pronto, música: saxofones, tubas, trompetas, trombones y flautas envuelven el ambiente.
Así son los días en la sierra mixe, sonidos y notas se escuchan a diario, como una especie de ritual mágico del que es partícipe la Banda Filarmónica Femenil Ka’Ux, pues de aquí es originaria esta agrupación integrada por 27 mujeres, entre ellas, niñas, jóvenes y madres de familia, quienes cumplieron uno de sus mayores sueños: crear música.
En su pueblo nunca se había visto a mujeres interpretar un instrumento, ellas lo consiguieron y fueron aún más lejos, ya que han formado una orquesta, a través de la cual pueden mostrar la belleza de su cultura Ayuuk, de su lengua y de sus tradiciones.
Las mujeres toman la batuta
Todo empezó en 2006, cuando Concepción Hernández, a sus 14 años, estudiaba en el Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (CECAM). Ella tenía la inquietud y la visión de formar una agrupación de mujeres músicas.
“Yo ya tocaba la flauta, pero quería algo nuevo en mi vida (…) Me imaginaba a puras mujeres tocando e interpretando instrumentos y me preguntaba ‘¿por qué no hay banda femenil?’ Jamás lo había visto en mi pueblo. Así que anoté los nombres de mujeres músicas, hablamos de la idea, ellas se emocionaron y así nos decimos”, explica Concepción Hernández, directora de Ka’Ux.
Este sueño implicaba muchos retos, al inicio no contaban con el equipo necesario, pero fue gracias al apoyo de las autoridades que pudieron comprar sus instrumentos, y así empezaron como banda municipal de Tlahuitoltepec. En 2009 se consolidaron como una agrupación independiente.
“Siento mucha felicidad y orgullo de pertenecer a Ka’Ux. Al inicio, las integrantes pensaban que era muy raro ver a mujeres tocando instrumentos, nadie quería tocar la tuba, les daba pena, así que batallamos un poco. También la gente se sorprendió cuando dimos nuestros primeros conciertos en el pueblo, no podían creer que una mujer pudiera hacer sonar la tuba”, externa la también flautista de la Orquesta Sinfónica del IPN.
Después de muchos años de lucha, en el 2020 lanzaron su primer disco titulado Aves que retoñan vida en el corazón, producción que grabaron en enero, y que cuenta con 11 obras, tres bajo la composición de Lucía Hernández.
“La primera composición que hice es un tema sobre mi vida, porque en ese tiempo estaba estudiando en la Ciudad, otra es sobre lo bonito que pasa en mi pueblo y en la tercera externo la preocupación y los problemas que veo del medio ambiente, las enfermedades”, recuerda Lucía.
Actualmente, Ka’Ux se encuentra promocionando su primer videoclip “Son de la abuela”, arreglo de una pieza de Leovigildo Martínez, compositor originario de su comunidad. En este material, expresa, se representa lo que son: mujeres felices, alegres y libres.
“Es lo más natural que se grabó, lo digo así porque ahí se ve claramente cómo trabajamos nosotras. Yo antes tuve la disciplina de que tenía que ser muy formal, que no podía pararme a bailar y sólo tocar, pero yo tenía esas ganas de moverme de, incluso, echarme un grito, entonces, con esta banda nos ha identificado de que somos muy gritonas y por eso también nos pusimos Ka’Ux”, recuerda la compositora.
La agrupación se reúne por el simple gusto de hacer música y así dejar volar la imaginación, que sus notas y letras lleguen a nuevos horizontes. No hay límites dentro de la música, pues ellas definen su estilo versátil, ya que pueden interpretar desde sones y música clásica hasta cumbias, danzón, pasos dobles y rock.
Ka’Ux lucha por preservar la lengua mixe
A pesar de que constantemente se enfrentan a prejuicios, la agrupación demuestra las riquezas de su comunidad, incluso, en sus presentaciones se puede ver cómo portan con orgullo su traje típico, blusas bordadas que capturan la belleza de la sierra mixe.
La lengua es otra de las barreras a las que se han enfrentado, al inicio no entendían bien, pero ahora, en sus canciones tratan de heredar esta riqueza para que las nuevas generaciones se acerquen al mixe.
“Sí se ha estado luchando en el pueblo de darle seguimiento a nuestro mixe, nos preocupaba que la mayoría de los niños ya quieran hablar más en español. En la escuela pedían aprender primero el español, no entiendo por qué, pero ya se está luchando para darle seguimiento a nuestro idioma. También hemos notado que ya no sabemos cómo se pronuncian ciertas palabras, porque se combinan con el español”, declara la trompetista.
Debido a la pandemia cancelaron muchas presentaciones confirmadas, eso les ha afectado y cuentan, actualmente, se encuentran endeudadas, a pesar de eso, no pierden la esperanza de que pronto puedan compartir más de su música.