El autor Efraím Blanco escribe desde un dolor conocido por muchos, un duelo tan grande que pocas veces se le puede nombrar y que aún así existe. El poeta y narrador escribe desde el pueblo de Gatonegro “La balada de los niños muertos” y lo presenta desde la Feria Internacional del Libro (FIL) 2024.
En el marco de la FIL 2024 el autor morenlese presentó la edición que el Fondo de Cultura Económica publicó de su libro el año pasado. De pasta dura e ilustrado por el italiano Daniele Sierra, lo presentado por Blanco no es solo literatura infantil que aborda temas complejos, difíciles de digerir y explicar a las infancias, también es un objeto de colección.
En Gatonegro, un pueblo mexicano en dónde el autor transmite sus influencias rulfianas, El Señor Muerte ha cobrado la vida de varios niños y sus almas conviven con los cuerpos de aquellos que permanecen bajo su acecho. Con una prosa que combina formatos y experimenta en la manera de comunicar la trama, La Balada de los Niños Muertos le valió a Blanco el Premio Bellas Artes de Cuento Infantil 2019 por “la destreza para elaborar metáforas con las que suaviza situaciones sórdidas”.
Efraím insiste que su obra está pensada para niños, y si bien sus influencias pasan por Juan Rulfo, Nelly Campobello y Amparo Dávila, el narrador apuesta a qué las infancias ejerzan su rebeldía y busquen leer algo que, quizá, los adultos consideren está fuera de su alcancé. En un llamado para no subestimar a los lectores infantiles, Blanco regresa a las raíces de la literatura fantástica con temas tan sórdidos como profundos.
Así se vivió la presentación en la FIL 2024
Durante la presentación el escritor estuvo acompañado de Raquel Castro y Alberto Chimal, dos de los escritores de literatura infantil y juvenil más reconocidos de México. Para la escritora y guionista, el estilo con el que está escrito la novela fomenta una lectura activa que, aunque está escrito para infancias, puede ser disfrutado por personas de todas las edades.
Por su parte Chimal reconoció que México es terreno fértil para un libro cuya atmósfera lúgubre se manifiesta en las páginas y en las ilustraciones del italiano, que colabora por primera vez con un autor mexicano.
Con un costo de 195 pesos, el libro se encuentra disponible en librerías del Fondo de Cultura Económica, y en otras cadenas, y si las edades de las personas formadas para obtener su copia firmada por el autor son muestra de algo es que Efraím Blanco logró su cometido, los niños leen cuando no son subestimados.
