Arqueólogo acusa “venganza política” por denunciar destrucción en obras de Tren Maya

Investigadores y profesores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se manifestaron ayer para mostrar su apoyo al arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer, quien compareció ante el Órgano Interno de Control Específico en las oficinas centrales de dicha dependencia, como parte de un proceso administrativo que enfrenta por presuntamente infringir la ley, divulgar documentos oficiales y desinformar respecto a destrucción de patrimonio arqueológico en obras del Tren Maya.

Al grito de “¡Todos somos Fernando!” y con pancartas que pedían un alto al acoso laboral, unos 30 trabajadores de distintas áreas y representantes de los distintos sindicatos del instituto se reunieron en las oficinas de la calle de Hamburgo para acompañar al investigador del Centro INAH Quintana Roo, quien acudió con su abogado a entregar, por escrito, un documento en el que refuta las acusaciones que pesan en su contra.

 El proceso, que comenzó con dos actas administrativas levantadas en su contra en mayo y junio de 2023, podría culminar en su inhabilitación y suspensión del instituto.

A su salida, el arqueólogo comentó a la prensa que la dependencia tendrá 15 días para emitir una resolución y entonces se definirá su futuro. “Veremos si me quedo o me voy”,  expresó el investigador, quien calificó el proceso de “venganza política”:

“Me siento muy bien, en el sentido de que sé que tengo la razón y que he dicho la verdad. Falta que ellos acepten porque legalmente y de manera profesional tengo la razón, políticamente ustedes saben que eso es muy complicado, entonces lo que está aquí en boga es una venganza política. Ya la entendí. Esperemos que haya una resolución más coherente y más profesional, pero en estos tiempos uno no sabe qué puede pasar”.

Cortés de Brasdefer dijo que, de ser necesario, presentará testigos y evidencias que sostienen sus dichos sobre la destrucción del patrimonio arqueológico.

“Yo tengo tres testigos muy fuertes, pero ojalá jurídicamente los acepten porque de manera política, si se resuelve, obviamente que no va a haber ninguna situación favorable”.

Acusan proceso denigrante y hostigamiento laboral

El proceso en contra del arqueólogo comenzó en 2023, cuando a través de WhatsApp compartió entre sus compañeros investigadores del INAH una carta donde cuestionaba el Proyecto de Salvamento Arqueológico del Tren Maya. Poco después, el Consejo de Arqueología del instituto emitió un comunicado en el que desaprobó esa opinión porque supuestamente desinformaban sobre los trabajos  de rescate arqueológico.

El comunicado desestimó el trabajo del arqueólogo en Quintana Roo y lo acusó de entorpecer la labor arqueológica en el Centro INAH Quintana Roo y poner en riesgo datos de terceros involucrados.

“Es denigrante. Nunca ha sucedido eso en el INAH. A mí me ponen ahí como el peor arqueólogo del mundo y hay que demostrar que ellos no tienen la razón, que la razón está en lo que hicieron allá”, sostuvo el arqueólogo.

Durante el mitin, representantes sindicales, como Ximena Rojas, secretaria general del Sindicato Nacional de Restauradores del INAH acusó al instituto de usar todo su poder para hostigar a su colega.

“Es un compañero que tiene 45 años ya trabajando en el INAH y por una acción desafortunada, que ni siquiera fue directamente culpa de él, las autoridades están ejerciendo toda la represión que está a su alcance para tratar de intimidar al compañero. Sin embargo, él se ha mantenido en la lucha, se ha mantenido firme y hoy tiene esta cita ante el Órgano Interno de Control, entonces estamos aquí en su apoyo”, dijo.