Madres, disidentes sexogenéricas, estudiantes, directoras, productoras y gestoras culturales trabajaron en la primera edición del Femme Revolution Film Fest, pero no recibieron la remuneración económica y el crédito que les correspondía fue borrado.
Ahora, este festival de cine dirigido por Ingrid Rodea pretende llevar a cabo su segunda edición. En 2019 se realizó del 28 de marzo al 4 de abril en salas alternativas de la Ciudad de México; su lanzamiento implicó la inversión de tiempo para la preproducción y postproducción.
“Como profesionales del cine y gestoras culturales, entendemos las dificultades a las que se puede enfrentar un festival de cine en su primera edición, pero esto no es pretexto”, dice una carta firmada por más de 10 participantes.
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Mientras que en la página femmerevolutionfilmfest.com se anuncia que próximamente saldrá la convocatoria para 2020, en las redes sociales oficiales de la asociación civil ya invitan a participar a películas dirigidas, escritas y protagonizadas por mujeres.
Polly Krac trabajó desde junio de 2018 y hasta febrero de 2020 en la Coordinación de programación. Se dedicaba a hacer el primer contacto con las directoras luego de la preselección de audiovisuales y les solicitaba información relacionada con su obra para promoverla.
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Las cineastas creían que su filme se proyectaría en un festival feminista, pero cuando se enteraron de la precarización laboral por la que pasaron las trabajadoras, pensaron en dar de baja su película. Ahora las trabajadoras buscan que no se explote el momento coyuntural por el que atraviesa el feminismo para utilizarlo en beneficio personal.
“Nos indigna demasiado darnos cuenta que desde un discurso feminista que dice que apoya el trabajo de las mujeres dentro del cine está maltratando a las personas que estuvimos trabajando ahí”, menciona en entrevista con Reporte Índigo.
Exhorto a la opinión pública por problemática del Femme Revolution Film Fest
Una carta firmada el 20 de enero de este año, último día de la convocatoria del Femme Revolution Film Fest para recibir producciones cinematográficas, hace un llamado a instituciones culturales y de gobierno, empresas patrocinadoras, colectivas feministas y a la opinión pública para evitar que se repita esta situación o que se ignore lo que sucedió.
“Esperaríamos que se exigiera congruencia en la forma en cómo se hacen las cosas. No nos gustaría que tuvieran el apoyo para realizar una segunda convocatoria cuando nosotras ni siquiera tuvimos nuestros pagos ni fuimos nombradas en el trabajo, nos parece indigno que se vuelva a hacer y sobre todo con el discurso del feminismo”, menciona Krac.
A la organizadora le piden que reconozca y salde la deuda económica con quienes no han recibido sus pagos, ni tampoco un agradecimiento o una disculpa pública por sus contribuciones. Polly Krac sostiene que ha rechazado las peticiones de diálogo.
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“Ingrid Rodea no sólo ignora, deliberadamente omite su posición como responsable de ejecutar y cuidar que las formas de su quehacer, sean congruentes con lo que predica, además de dar la espalda con sus actos, a lo que marca la ley en materia de equidad de género, discriminación y derechos laborales, apropiándose de discursos que le son absolutamente ajenos”, menciona el documento.
