Desde hace casi una década, las compañías farmacéuticas estadounidenses han invertido más de 50 millones de dólares, cada año, al descubrimiento de nuevos fármacos, según informó Reuters.
Pero la realidad es que los nuevos fármacos no son más efectivos que los antiguos, que usualmente son más económicos y por lo general se ofrece su versión genérica.
Su eficacia ha ido en picada desde los 70. Esta es la conclusión de un estudio publicado en la revista científica Health Affairs que afirma que desde 2001, el efecto deseado de los nuevos fármacos solo es 36 por ciento mejor que el de placebos.
Pero estos resultados no parecen ser un problema para la industria farmacéutica.
El Dr. Aarron Kesselheim, de la Escuela Médica de Harvard, y quien no participó en el estudio, dijo que debido a la forma en la que está establecido el sistema de reglamentación farmacéutica (usando como ejemplo a Estados Unidos), cualquier avance en este mercado, por más pequeño que sea, puede ser muy rentable si se promociona de forma correcta.