“Nunca me he definido como una persona reliogiosa. No tengo una estrategia espiritual (…) He sentido la gracia de otra presencia en mi vida, pero no puedo construir ningún tipo de estructura espiritual en ella”
Leonard Cohen, el cantautor, poeta y novelista canadiense falleció este jueves a los 80 años de edad. El deceso fue confirmado en el muro de Facebook del artista.
En la misma publicación se indicó que un memorial tendrá lugar en Los Ángeles dentro de unos días. Además que la familia de Cohen pidió privacidad durante estos momentos.
Cohen, uno de los músicos más representativos de Canadá, abordó a lo largo de su carrera temas como la religión, el aislamiento, la muerte y la sexualidad.
La carrera de Cohen se caracterizó por la experimentación y fusión de diversos géneros musicales, tales como el rock, folk, country, flamenco y el góspel.
El artista ha sido definido por sus colegas como uno de los compositores más enigmáticos y fascinantes de la segunda mitad del siglo XX.
Su capacidad como compositor y poeta fue galardonada en 2011 con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
El músico entró al Salón de la Fama de Rock and Roll de los Estados Unidos y en el Salón de la Fama Musical de Canadá, además fue nombrado miembro de la Orden de Canada.
Durante su adolescencia Cohen aprendió a tocar la guitarra acústica y comenzó a interesarse por la poesía de Federico García Lorca, Walt Whitman y Henry Miller, durante ese etapa formó su primer grupo, The Buckskin Boys.
A inicios de los 60, una vez que finalizó la universidad, Cohen emprendió su carrera como escritor novelista, publicó la colección de poemas Flowers for Hitler y las novelas The Favourite Game y Beautiful Loser, éste última recibió buenas críticas y suscitó controversias por su contenido sexual.
En 1967 publicó su primer disco, Songs of Leonard Cohen, de la mano de John Hammond, el mismo hombre que fichó a Bob Dylan años antes. El éxito de esta primera producción lo lllevó a colocarse en el número uno de las listas de Estados Unidos y Reino Unido.
La primera etapa musical del canadiense estuvo inclinada hacía el folk y los acompañamientos de flamenco, Tendencia que se reforzaría en las producciones discográficas Songs from a Romm y Songs of Love and Hate.
Durante los años 80, Cohen comenzó a experimentar con el rock, los sintetizadores e incluso la música judía, en 1984 lanzó el disco Various Positions, con el que obtuvo sus mayores éxitos comerciales con canciones como Dance Me to the End of Love y Hallelujah.
Una vez que Cohen había modernizado su sonido, publicó en 1992 el disco The Future, en el que se carga hacía el rock y aborda temas religiosos, como las profecías y la esperanza que mantienen algunas personas ante las más oscuras expectativas provocadas por la depresión.
Parte de The Future formaría parte de la polémica cinta escrita por Quentin Tarantino y dirigida por Oliver Stone, Natural Born Killers. Las canciones incluidas fueron Waiting for the Miracle, The Future y Anthem.
En la década de los 2000, el artista sufrió graves problemas financieros a causa de Kelley Lynch, representante del músico, quien lo había comenzado a estafar desde 1996. En 2005 el músico demando a Lynch por haberse apropiado cinco millones de dólares del bolsillo del canadiense.
El último discó de Leonard Cohen salió a la luz este año y se tituló You want it darker. Durante la promoción de este álbum se le cuestionó al artista qué tan importante era la religión para él a lo que respondió:
“Nunca me he definido como una persona reliogiosa. No tengo una estrategia espiritual (…) He sentido la gracia de otra presencia en mi vida, pero no puedo construir ningún tipo de estructura espiritual en ella”, dijo.
A lo largo de su carrera, Cohen publicó 14 materiales de estudio, cuatro álbumes recopilatorios y ocho grabados en directo. Como escritor publicó ocho libros, entre ellos novelas, poemas y canciones.
Aquí uno de sus grandes éxitos
