Facebook, en la mira por contenidos discriminatorios
A través de la campaña #StopHateForProfit, diferentes organizaciones y empresas se unieron para dejar de pagar publicidad a la red social y, de ese modo, se rechace cualquier contenido discriminatorio en la plataforma. Al respecto, especialistas aseguran que la plataforma no se ha visto muy afectada debido a los ideales políticos de su dirección, y porque su sustento depende en gran medida de los microempresarios
Fernanda MuñozA través de la campaña #StopHateForProfit, diferentes organizaciones y empresas se unieron para dejar de pagar publicidad a Facebook y, de ese modo, se rechace cualquier contenido discriminatorio en la plataforma.
La muerte del afroamericano George Floyd el pasado 25 de mayo en manos de un par de policías en Minesota, Estados Unidos, vino a revolucionar al mundo, pidiendo justicia para todas las personas de color.
Y aunque las protestas por su muerte conmocionaron a las grandes ciudades, la exigencia por la igualdad racial no se quedó en las calles. A través del hashtag #StopHateForProfit, nueve organizaciones en pro de los derechos humanos, como Color of Change, decidieron llevar el movimiento a las redes sociales.
A través de múltiples mensajes, las organizaciones le solicitaron a Facebook actuar contra el odio y la desinformación racial que se comparten diariamente en su plataforma, para ayudar a visibilizar a los más vulnerables.
“Enviemos a Facebook un mensaje poderoso: nunca valdrá la pena promover el odio, la intolerancia, el racismo ni la violencia. Por favor, únete a nosotros”, se lee en la página de Stop Hate For Profit, en la cual se invita a que más empresas dejen de pagarle a Facebook por publicidad, con el fin de que entienda que debe cambiar sus políticas sociales.
Hasta ahora, son 200 las empresas y organizaciones las que se han unido al movimiento #StopHateForProfit, pidiéndole a la red social diferentes acciones como contratar a un ejecutivo con experiencia en derechos civiles para evaluar sus comportamientos y la publicación de un informe de transparencia.
Rubén Darío Vázquez, especialista en redes sociales y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comparte que, así como se está haciendo con Facebook, todas las plataformas e instituciones internacionales deberían estar obligadas a rechazar cualquier tipo de discriminación, sobre todo en pleno siglo XXI, cuando la lucha por la igualdad ha sido continua.
Para él, la importancia de que una aplicación como Facebook se oponga a los actos discriminatorios es de gran ayuda, sobre todo por el tamaño de su alcance, llegando a millones de usuarios en todo el mundo.
Y aunque la campaña ha ido en aumento, el especialista asegura que para la dirección de la red social no ha sido un golpe sobresaliente, probablemente, porque las empresas involucradas no representan un sustento superior o relevante para la plataforma.
Un movimiento político para Facebook
En entrevista con Reporte Índigo, el catedrático Rubén Darío destaca que, probablemente, Facebook no ha accedido 100 por ciento al movimiento #StopHateForProfit debido a sus líneas políticas.
Aunque la dirección de la red social no ha oficializado favorecer a ningún partido, sus acciones han dicho lo contrario. Mientras que en 2016 se le acusó de haber ayudado al republicano Donald Trump a ganar las elecciones, en octubre de 2019 se le escuchó decir a Mark Zuckerberg, a través de audios publicados, que la candidatura de la demócrata Elizabeth Warren sería terrible para su empresa.
“Habría que ver si su postura no tiene que ver con un asunto electoral, porque aunque Facebook ha negado intervenir en asuntos políticos y ha tratado de mostrar una imagen transparente, sabemos que eso no es del todo cierto. De alguna u otra manera ha mostrado un apoyo al grupo Republicano”, opina Vázquez.
De acuerdo con el académico, si se quiere tener una respuesta contundente por parte de la red social, una alternativa eficaz sería que el Estado interviniera para obligar a la plataforma a actuar en contra de cualquier tipo de discriminación.
Esta alternativa también la sugirió Osama Bhutta, director global de Comunicación en Amnistía Internacional, asegurando que los gobiernos también deben intervenir en este tipo de iniciativas.
“No podemos confiar en que estas empresas se regulen a sí mismas. Por este motivo, hacemos un llamamiento a los gobiernos para que regulen a las empresas de alta tecnología, incluido Facebook, mediante la promulgación de reformas que revisen el modelo empresarial basado en la vigilancia y restauren la confianza en Internet. Esto incluye asegurar que las empresas sean legalmente responsables de los daños a los derechos humanos”, describió Bhutta.