¿A quién no le ha inundado la sensación de que ya ha vivido un momento? Estar en un lugar nuevo y sentir que lo reconocemos o que ciertas circunstancias nos resulten familiares aunque está claro que no han sucedido. Esta sensación es muy común y nos referimos a ella como déjà vu, que en francés significa “previamente visto”.
A pesar de que nos pasa con frecuencia, no tenemos ninguna explicación concreta sobre las razones por las que se da un déjà vu .
Y si describir la sensación es difícil, investigar sobre ella es un verdadero reto.
Las teorías más populares son muy variadas. Van desde universos paralelos y realidades alternativas, hasta que son, sencillamente, momentos de confusión en la parte del cerebro que se encarga de la memoria.
Pero recientemente el interés científico en el tema ha crecido y como consecuencia hay más de 40 hipótesis sobre el mismo. Una animación de TEDEd, creada por Michael Molina –un ilustrador estadounidense– describe tres de las posibles explicaciones más aceptadas para este fenómeno tan común.
La primera es la teoría del Procesamiento Dual, que propone que al momento de vivir la experiencia nuestro cerebro se retrasa al procesar un elemento –un olor, una imagen o un sonido– y cuando finalmente lo hace se siente como si ya hubiera sucedido, porque los demás aspectos se asimilaron más rápido.
La teoría del Holograma, por otro lado, sugiere que nuestro cerebro almacena las memorias como si fueran hologramas. Esto quiere decir que solo necesita un pequeño fragmento de la realidad para crear el resto. Entonces, si estamos en un lugar y algo en él se parece a un elemento de otro espacio en el que hemos estado, el recuerdo de este se dispara y relacionamos ambos incidentes.
La tercera es la de la Atención Dividida. La idea es que cuando estamos enfocados en un objeto, el cerebro asimila el resto de la realidad en un nivel subconsciente.
¿Cuál te convence más?