George Patton, autor de una investigación desarrollada por la Universidad de Nueva Gales del Sur, consideró un mito infundado que la experimentación de los adolescentes con el consumo de alcohol los vuelva más responsables, y explico que la práctica prepara a los jóvenes para problemas futuros con el consumo de esta sustancia.
El estudio se realizó a nueve mil adolescentes de Australia y Nueva Zelanda, y concluyó que los adolescentes que beben cada semana antes de los 17 años son dos o tres veces más propensos a ser adictos al alcohol en edad adulta.
Los investigadores dieron seguimiento a los sujetos prueba, de entre 13 a 30 años, y encontraron que los patrones tempranos de consumo no se limitan a la adolescencia, sino que persisten en la edad adulta.
Edmul Sillins, el autor principal de la investigación, declaró que “desalentar o retrasar el consumo de alcohol en la adolescencia, es probable que tenga beneficios sustanciales en la edad adulta en términos de prevenir conductas para beber, las cuales afectan negativamente la salud y el bienestar.
“Los hallazgos sugieren que demorar el momento en que los adolescentes comienzan a beber regularmente, podría tener beneficios significativos para las personas, las familias y la sociedad en conjunto, dijo por su parte el académico Joe Boden, “Los mensajes de salud pública deberían centrarse en reducir la frecuencia de consumo de alcohol y las cantinas consumidas”.
La investigación informó que un hallazgo sorprendente fue que no hubo asociaciones directas entre el consumo de alcohol entre los adolescentes y los resultados psicosociales negativos, como la paternidad temprana y los problemas de salud mental.
Silins puntualizó que estos resultados adversos, podrían tener más probabilidades de explicarse por diversos factores de riesgo compartidos por el consumo temprano de alcohol.
CON INFORMACIÓN DE NOTIMEX**