Éxodo por el cambio climático

Ante el fenómeno del cambio climático, surge la pregunta: ¿cómo responderán las plantas y los animales? Tendrán que ponerse en movimiento para huir hacia otras latitudes para garantizar sus supervivencia.

Algunas especies ya se han puesto en marcha. Por ejemplo, de acuerdo a estudios realizados por ecologistas de la Universidad Wake Forest, en un periodo de cuatro años, los árboles han estado migrando hacia arriba a una tasa promedio de 2.4 metros. 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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Ante el fenómeno del cambio climático, surge la pregunta: ¿cómo responderán las plantas y los animales? Tendrán que ponerse en movimiento para huir hacia otras latitudes para garantizar sus supervivencia.

Algunas especies ya se han puesto en marcha. Por ejemplo, de acuerdo a estudios realizados por ecologistas de la Universidad Wake Forest, en un periodo de cuatro años, los árboles han estado migrando hacia arriba a una tasa promedio de 2.4 metros. 

Otros árboles avanzan más rápido de acuerdo al género, como los Schefflera, que estuvieron “corriendo por la cresta a una tasa asombrosa de casi 30 metros por año”, informaron los investigadores en un estudio publicado en el 2010, en la revista científica  Journal of Biogeography. 

El problema es que algunas especies o no podrán llegar a su destino o les resultará muy complejo reubicarse, ya que las condiciones de algunas regiones podrían frenar la migración, como la tasa a la que cambian las temperaturas alrededor del mundo, señala un estudio realizado por un equipo internacional de expertos. 

En su análisis, cuyos resultados fueron publicados en Nature, los científicos trazaron mapas con las velocidades de la temperatura o “la velocidad e intensidad con la que se produce el cambio climático en una región determinada”, que se obtuvo de un promedio de 50 años de datos de satélite, desde 1960 hasta el 2000, reporta LiveScience. 

“Por ejemplo, debido a que esos ambientes (con barreras como costas o cordilleras) no son adyacentes o no están directamente conectados a un lugar más cálido, esas especies que son de lugares más cálidos no serán capaces de llegar ahí muy fácilmente”, dice Michael Burrows, coautor del estudio e investigador del Instituto Marino Escocés.

A decir de los científicos, estos mapas puede ayudar a los biólogos a predecir hacia dónde migrarán las especies en un futuro y actuar en consecuencia, aunque haría falta considerar otros datos útiles como la precipitación y el número de días calientes al año, sugiere Tony Barnosky, investigador de la Universidad de California, quien no participó en el estudio. 

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