La discriminación racial en México funciona de forma sistemática en sus habitantes, empresas públicas y privadas de diversos sectores económicos del país.
Dicho acto, restringe el goce de derechos de un gran sector de la población, quienes forman parte de un fenómeno arraigado que obstaculiza el derecho a la salud, a la educación y al empleo.
De acuerdo con los resultados del Módulo Movilidad Social Intergeneracional (MMSI), del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en el apartado sobre “Percepción de movilidad social por auto-reconocimiento de color de piel”, el tema étnico-racial es un tópico relevante debido a su relación con el grado de discriminación y desigualdad presentes en la sociedad.
Derivado de esos dos factores, se considera que el racismo funge como un elemento con el que se puede medir el acceso a oportunidades experimentadas por las personas y estimar si esto refuerza las barreras sociales que condicionan logros en su nivel de riqueza y bienestar por su etnia, raza y color de piel.
Para medir el efecto del racismo, el INEGI, a través del MMSI utilizó una escala cromática que incluye 11 tonalidades de piel -donde A es el más oscuro, y K el más claro-, con la intención de tener una medición más certera sobre la discriminación por color de piel.
Acorde con los resultados de esta encuesta publicada en 2017, de las personas que se autoclasificaron con tonalidades más claras – de la I a la K- sólo el 10 por ciento no cuenta con algún nivel de escolaridad, mientras que los que se autoclasificaron con las tonalidades de piel más oscuras –de la C a la A-, un 20 por ciento no cuenta con escolaridad.
El mismo módulo muestra, por otra parte, que mientras el color de piel es más oscuro, los porcentajes de personas ocupadas en actividades de mayor calificación se reducen, mientras que de la escala F a la K, los porcentajes de ocupación de actividades media y alta, incrementan.
Con respecto a las personas que se autoclasificaron en tonos escala B, más del 15 por ciento de los trabajadores son agrícolas, forestales, ganaderos, caza y pesca; 24 por ciento son trabajadores artesanales y operadores de maquinaria y transporte; y un 34 por ciento en actividades de apoyo.
Pobreza, factor racial
En México, la pobreza actúa en la televisión como parte determinante de una historia donde el blanco es rico con poder y éxito, mientras que las personas morenas, representan personajes en la marginación, sin escolaridad pero con muchas ganas de salir adelante, pero con muchas ganas de salir adelante, y a quienes solo con golpes de suerte les cambia la vida.
“Una confirmación del arraigo que tiene México son los prejuicios racistas transformados en los juicios automáticos que asocian el color de piel más clara a con lo bonito y la bondad, y el color moreno con la maldad”, explica Federico Navarrete Linares, en su libro “México racista, una denuncia”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Discriminación Racial (ENADIS), 4 de cada 10 personas afirmaron que a la gente los trata distinto debido a su color de piel, porque no es lo mismo ser persona blanca “pobre”, que persona morena marginada.
“En México, nos hemos tardado mucho en aceptar que el racismo existe, por ello, ha sido muy difícil desarrollar estudios, políticas públicas y leyes que aborden el tema”, explicó para la Agencia Informativa Conacyt en el artículo ¿Qué tan racistas somos los mexicanos?, Olivia Gall, coordinadora de INTEGRA, Red de Investigación Interdisciplinaria sobre Identidades, Racismo y Xenofobia en América Latina del Programa de Redes Temáticas del Conacyt.
Más allá de los decretos que pugnen por la igualdad, es la sociedad quien debe difuminar la línea de la discriminación en el país.
Datos del Banco Mundial en 2012, mencionados en el libro de “México racista, una denuncia”, colocaron a México entre los 10 países más desiguales del mundo.
En otras palabras, los 20 millones de mexicanos más pobres ganaban en promedio la décima parte que los 20 millones de mexicanos más ricos, contraste que resalta aún si se compara con el 10 por ciento más opulento.
Parte de lo que afirman diferentes historiadores radica que el racismo no se refiere a ninguna esencia biológica debido a que las razas como se han definido, no existen en la realidad.
Tabla de tonalidades de piel
Para medir el racismo por color de piel en México, el INEGI, a través del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional utilizó una escala cromática que incluye 11 tonalidades de piel. “A” representa el tono más oscuro y “K” el más claro.