¿Existen los extraterrestres? La hipótesis del zoológico podría responder por qué no hemos contactado a otros seres

La hipótesis plantea que otras civilizaciones podrían observarnos como nosotros lo hacemos a los animales en un zoológico
José Andrés Velázquez José Andrés Velázquez Publicado el
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Recientemente ha aumentado la conversación en torno a los Fenómenos Anómalos No Identificados (FANIs, antes OVNIs), así como el propio cuestionamiento sobre vida extraterrestre.

Sin embargo, no se trata de una conversación nueva. Desde hace ya varias décadas, diversos expertos en astronomía han debatido todas las posibilidades sobre la existencia de vida fuera del planeta, así como de llegar a tener contacto con otras civilizaciones inteligentes.

¿Cuál es la paradoja de Fermi?

La paradoja de Fermi es una aparente contradicción que hay entre las estimaciones que afirman que hay una alta probabilidad de que existan otras civilizaciones inteligentes en el universo observable, así como la ausencia de evidencia de dichas civilizaciones. Fue planteada por el físico italiano Enrico Fermi en 1950.

Esta idea plantea que, si la probabilidad de que exista vida extraterrestre es alta, entonces es probable que algunas de estas civilizaciones hayan desarrollado una tecnología avanzada.

En consecuencia, si estas civilizaciones han desarrollado una tecnología avanzada, entonces deberían ser capaces de viajar a través del espacio y llegar a nuestro sistema solar.

Sin embargo, no hay evidencia de que ninguna civilización extraterrestre haya visitado la Tierra. Esto plantea la pregunta de por qué, si hay tantas civilizaciones extraterrestres, no hemos tenido ningún contacto con ellas.

¿Qué dice la hipótesis del zoológico sobre la vida extraterrestre?

La hipótesis del zoológico es una posible explicación a la paradoja de Fermi. Según esta hipótesis, los extraterrestres están ahí fuera, pero han decidido no ponerse en contacto con nosotros.

Esta posibilidad fue propuesta por el radioastrónomo John Ball en 1973. Él sugirió que los extraterrestres podrían observar a la humanidad de la misma manera en que nosotros observamos a los animales en un zoológico. Es decir, podrían estar interesados en nuestro desarrollo, pero sin la intención de interferir en él.

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Hay varias razones por las que los extraterrestres podrían optar por no ponerse en contacto con nosotros. Por ejemplo, podrían estar preocupados por el impacto que su llegada podría tener en nuestra cultura o desarrollo tecnológico. También podrían creer que no estamos listos para conocerlos.

“Creo que la única forma en que podemos entender la aparente no interacción entre ‘ellos’ y nosotros es plantear la hipótesis de que evitan deliberadamente la interacción y que han apartado la zona en la que vivimos como un zoológico“, explicó Ball en un artículo de 1973.

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