¡Para que escuches!
Úlceras, depresión o fallos cardíacos... son sólo algunos de los problemas de salud que acarrea vivir en un lugar con exceso de ruido. Además, la exposición prolongada a altos niveles de sonidos estridentes y continuos tiene una relación directa con la pérdida de audición, según el último Informe de Ruido y Salud DKV-GAES.
Por lo que si te gusta escuchar tu música favorita a todo volumen te recomendamos que tengas en cuenta está información sobre el ruido y su efecto en los seres humanos.
Úlceras, depresión o fallos cardíacos… son sólo algunos de los problemas de salud que acarrea vivir en un lugar con exceso de ruido. Además, la exposición prolongada a altos niveles de sonidos estridentes y continuos tiene una relación directa con la pérdida de audición, según el último Informe de Ruido y Salud DKV-GAES.
Por lo que si te gusta escuchar tu música favorita a todo volumen te recomendamos que tengas en cuenta está información sobre el ruido y su efecto en los seres humanos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo recomendado de ruido para el horario diurno son hasta los 65 decibelios (dB) y para lograr un buen descanso no se deben superar los 30 dB, detalla el informe.
Lo anterior es con la finalidad de prevenir la pérdida de audición en un mayor número de personas, ya que el ruido en exceso está relacionado directamente con este trastorno.
Según la OMS, entre un 5 y 10 por ciento de las personas que escuchan música con auriculares pueden adelantar hasta 20 años la aparición de problemas en el oído.
No sólo el sueño
El ruido excesivo no sólo altera los ciclos circadianos (o del sueño) y su profundidad, también puede causar depresión y úlceras gastroduodenales. Y por si eso fuero poco ¡hasta problemas cardíacos!
La OMS revela en su reporte que los los altos niveles de ruido hacen que nuestro organismo reaccione, activando respuestas hormonales nerviosas y provocando hipertensión (presión arterial alta), aumentando la frecuencia cardíaca y la vasoconstricción, así como también que nuestra sangre se vuelva más espesa de lo normal.
Y se pone peor ya que la exposición prolongada a sonidos estridentes propicia cambios en el sistema endocrino y nervioso que también afectan al sistema circulatorio, detalla Europa Press.
Otra de las consecuencias del ruido es el estrés, que en este caso se manifiesta afectando nuestra capacidad de atención, causa nerviosismo e irritabilidad, afecta el aprendizaje y la memoria, disminuye la motivación y la creatividad e incrementa la agresividad.
Los más vulnerables
Los menores son los que resultan más afectados por los efectos del exceso de ruido. De acuerdo con el Informe de Ruido y Salud DKV-GAES los niños que viven en hogares con ese problema presentan un menor desarrollo cognitivo, del lenguaje y peor comprensión lectora.
Además, el escándalo puede alterar la salud del feto e incluso del recién nacido, provocando pérdida auditiva o retraso en el crecimiento si la madre ha estado expuesta al ruido crónico durante el período de embarazo.