No eres tú, tampoco la otra persona. Actualmente, muchas personas tienen dificultad a la hora de encontrar pareja, inclusive batallan a la hora de ligar, coquetear y querer expresar sus sentimientos.
“Aproximadamente una de cada dos personas experimenta dificultades en su vida personal y en el proceso de procreación. Estos problemas, en la mayoría de los casos, no se deben al hecho de que algo no funcione bien con ellos. Nuestro proceso evolutivo se ha producido en un entorno completamente distinto a este en el que vivimos ahora”, dice Menelaos Apostolou, experto de la Universidad de Nicosia, en Chipre.
De acuerdo a una investigación elaborada por Apostolou y su equipo de especialistas –que fue dada a conocer por la revista científica Personality and Individual Differences– quienes buscan su otra mitad y no la logran encontrar no deben ser modificar su físico o cambiar rotundamente para resultar atractivo para el ojo ajeno, sino que deben adaptarse a la cuestión evolutiva.
Sí, la evolución es la culpable de que no se encuentre un interés romántico o que “no te funcione el Tinder”.
Los psicólogos apuntan que la dificultad para comunicarse con una potencial pareja no está relacionada con problemas en el aspecto físico o a problemas sexuales, sino a cambios sociales profundos.
Aunque en ciertos casos influyen problemas de autoestima y seguridad.
Aunado a que, como señala otra investigación –a cargo del psicólogo David Buss– la equidad de género ha modificado los patrones de seducción y conquista, respecto a lo que hacían los ancestros. Y también influye que las preferencias de apareamiento entre hombres y mujeres se parecen cada vez más y ello está relacionado por el aumento de la participación femenina en negocios, política y educación, según los especialistas.