Evolución cromática: La historia de la fotografía en México llega a Bellas Artes

La exposición Mexichrome: Fotografía y Color en México en el Museo del Palacio de Bellas Artes celebra la evolución de la fotografía a color en México a lo largo de ocho décadas
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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En el preciso momento en que la humanidad contempló por primera vez la impresión a color, quedó grabado un hito imborrable en la historia del arte, y México no fue la excepción. Figuras como Paul Outerbridge, Juan Guzmán, Walter Reuter, Bob Schalkwijk y Pedro Meyer se alzaron como pioneros en la creación de imágenes coloridas en el país, desafiando los prejuicios arraigados que asociaban el color con lo folklórico, lo “no artístico” y lo comercial en el ámbito de la fotografía.

A lo largo del tiempo, esa percepción inicial dio paso a una transformación. Incluso maestros consagrados del blanco y negro, como Manuel Álvarez Bravo, Héctor García y Mariana Yampolsky, se sumaron al movimiento del color, ampliando así las fronteras de la expresión artística, profundizando en sus matices y otorgándole la apreciación que merece.

Esta exhibición es resultado de un análisis sobre el uso histórico y estético del color en la fotografía mexicana, comenzando desde la introducción de la primera película en color -hace más de 80 años- distribuida por Kodak

Este viaje a lo largo de casi ocho décadas se ve ahora honrado y celebrado en la muestra Mexichrome: Fotografía y Color en México. La exhibición está abierta al público desde el 29 de noviembre y hasta el 3 de marzo de 2024, cautivando a los visitantes en el Museo del Palacio de Bellas Artes.

El curador de la muestra,  James Oles, cuenta que la exposición fue resultado de una investigación que inició desde hace 20 años, cuando organizó la muestra Superficie coloreadas, en la que reunió la obra de las fotógrafas: Melanie Smith,  Claudia Fernández, Mariana Yampolsky y Lourdes Grobet.

“Ahora a estas artistas se le suman más de 80 fotógrafos, tanto mexicanos, estadounidenses, América Latina y de Europa, quienes estarán juntos, por primera vez, en una revisión exhaustiva que nos llevó más de nueve años junto a Fundación Televisa. Revisamos más de 20 mil archivos fotográficos, de los cuales tuvimos que hacer una selección muy específica, cuidadosa y puntual y poderla resumir”, cuenta Oles a Reporte Índigo.

James Oles reflexiona sobre cómo la fotografía a color, en la actualidad, parece algo común, parte de la rutina diaria. Sin embargo, invita a recordar que, en su momento, el color representaba un desafío considerable para muchos fotógrafos. Era percibido como algo complicado, costoso e incluso inalcanzable, a veces asociado con lo comercial o lo folklórico en el mundo del arte.

A pesar de estas adversidades, la imagen a color perseveró, abriéndose paso de manera gradual y desafiando las percepciones preestablecidas.

“La historia de la fotografía en color en México jamás ha sido contada, y es maravilloso, pero también terrible ser el primero que pueda contar y crear un conjunto de imágenes como hicimos en Mexichrome. Seguramente mucha gente cuestionará si está o no tal fotógrafo, pero  se tuvo que hacer una selección para poner algo de orden a ese caos de imágenes”, agrega James Oles.

El guión curatorial

Mexichrome se divide en nueve núcleos temáticos como “Paisaje”; “La ansiedad y la violencia”; “Religión”; “Mercados” y “La Bandera”, los cuales ponen de manifiesto cómo fotógrafos y artistas, nacionales o extranjeros han tejido una iconografía policromática que capta el caleidoscopio sociocultural que caracteriza a México.

Desde los paisajes rurales hasta los urbanos,  las manifestaciones sociales, la primera imagen a color que inmortalizó el reclamo de madres buscando a sus hijas en Tijuana, y hasta la representación de la bandera, la exhibición facilita la organización de un caleidoscopio cultural, antropológico y diverso que caracteriza a México.

Mexichrome. Fotografía y color en México estará abierta al público hasta el 3 de marzo de 2024 en el Museo del Palacio de Bellas Artes

“Son las imágenes que nos hablaron y quedaron en la mente durante la investigación. La exposición es un tipo de rompecabezas para poner todo en un discurso para el público. México tiene una de las historias de la fotografía más  importantes del mundo, a nivel Francia, Alemania o Estados Unidos; hay miles de libros, pero que omiten por completo la fotografía en color. Tanto fue el prejuicio de muchos historiadores y fotógrafos en contra del color, pero en donde otros sí vieron su alcance y poder.

“La muestra es un intento de abrir una nueva historia de imágenes,  una caja de Pandora,  la punta de iceberg de todo un movimiento para dar ese primer  paso a próximas exposiciones, tesis, trabajos de maestría, libros y  artículos que puedan servir de ahora en adelante”, concluye James Oles.

La curaduría

Se presentan 208 obras que proceden de 78 colecciones y archivos, algunas de ellas se comparten por primera vez

  • “El pasaje”
  • “Pasado prehispánico”
  • “Muros pintados”
  • “Arquitectura moderna”
  • “Antropología”
  • “Ansiedad y violencia”
  • “Mercados y comercio”
  • “Religión y ceremonia”
  • “La bandera”
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