Estudio revela síntomas a largo plazo de COVID-19 en más de la mitad de hospitalizados
El 60 % de los pacientes hospitalizados por COVID-19 sufren secuelas como cefaleas, insomnio y problemas respiratorios
José Andrés VelázquezUn estudio realizado en la región italiana de Lombardía revela que el 60 por ciento de los pacientes hospitalizados por COVID-19 durante las fases más agudas de la pandemia continúa presentando síntomas persistentes.
Las personas afectadas reportan problemas como cefaleas (dolor de cabeza), insomnio, dificultades respiratorias, alteraciones metabólicas y síntomas neurológicos.
La investigación, parte del proyecto Pascnet y coordinada por la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, también observó que uno de cada diez pacientes con casos menos graves evaluados por médicos de atención primaria presenta secuelas similares.
El estudio analizó datos clínicos de más de mil 200 pacientes de una población regional de aproximadamente 10 millones de personas, de las cuales el 45 por ciento tiene 50 años o más y el 22 por ciento padece enfermedades cardíacas.
Factores de riesgo identificados
Los principales factores de riesgo asociados al desarrollo de estas secuelas incluyen la edad avanzada, la presencia de enfermedades crónicas o comorbilidades, y el consumo de tabaco y alcohol.
Estos hallazgos subrayan la importancia de un enfoque integral para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes afectados.
“Los resultados científicos alcanzados contribuirán a mejorar tanto el diagnóstico por parte de los médicos, como la atención brindada por el Servicio Nacional de Salud a quienes sufren síntomas relacionados con el síndrome Pasc”, explicó Claudio Lucifora, coordinador del proyecto y profesor de Economía Política en la Universidad Católica del Sagrado Corazón.
Impacto en el sistema de salud
El estudio también reveló que la pandemia de COVID-19 tuvo efectos indirectos sobre los servicios sanitarios, acumulando un retraso promedio de 4.5 meses que agravó su congestión.
Este impacto derivó en una pérdida acumulativa del 25 por ciento en la atención ambulatoria, afectando principalmente a personas mayores y con enfermedades crónicas, así como a los servicios de detección y prevención