Para Omar Chaparro, ser actor es como volver a ser niño, jugar con la imaginación, despojarse de la máscara del día a día para adentrarse en la piel de un personaje. Es lo que ha hecho en Un viaje al corazón. The Wingwalker, ópera prima de Alonso Álvarez-Barreda, para dar vida a Julián, un padre viudo deportado de Estados Unidos a México, quien busca por todos los medios posibles volver al país del norte para estar con su hija cuya vida está en riesgo porque requiere un trasplante de corazón.
Con este protagónico, el actor deja a un lado la comedia para sumergirse en el drama, en una cinta que retrata la dura realidad de los migrantes varados en Tijuana, así como la esperanza y la fe en medio de la adversidad.
“Cuando logro realmente despojarme de mi mente egotista, del personaje que es Omar Chaparro, cuando lo encierro en el camerino, se siente bien hasta los huesos y es muy divertido”, compartió el actor previo a la función de prensa de la película el pasado 3 de octubre.
La cinta, que cuenta con un talento binacional con nombres como Will Rothhaar, Héctor Jiménez, Jesús Ochoa, Mercedes Hernández, Max Arciniega, Gustavo Sánchez Parra y London Garza, llegará a las salas de cine mexicanas este 10 de octubre, tras ser presentada con éxito en el Festival de Cine Latino de Chicago y en el Festival de Cine de Guadalajara.
Inspirada en hechos reales, la historia escrita por Álvarez-Barreda y Max Arciniega desafío a Omar Chaparro no sólo por el trabajo actoral que implicó y los cambios físicos a los que se sometió, como subir 14 kilos de peso, sino por confrontarlo con la cruda realidad que enfrentan día a día centenares de migrantes en la frontera con Estados Unidos.
“Lo que más me deja esta película es aprendizaje en muchos aspectos, como darme cuenta de un mundo del que realmente no estaba tan empapado, como la temática de migración, ser más empático con lo que está sucediendo en la frontera, específicamente en Tijuana, en El Bordo, lo que llaman el purgatorio de los migrantes”, dijo el actor en entrevista con Reporte Índigo.
Un personaje que lo confronta con sus miedos
Julián, su personaje en esta ficción, conocerá de cerca ese perímetro fronterizo en el que predominan la precariedad, las drogas, la violencia y la criminalidad. Pero aún en ese submundo que lo confronta con sus miedos y debilidades, encontrará el empuje para salir adelante. Una historia que al actor de No manches Frida y Todos caen también le ha dejado lecciones a nivel personal.
“Julián me ayudó a dejar de pensar en mí para darle vida a un personaje que existe, hay miles de personas que están pasando situaciones similares”, sostuvo Chaparro.
Alonso Álvarez-Barreda, jóven director mexicano que reside en Estados Unidos y ha dirigido capítulos de series de televisión como The Mosquito Coast y The Lincoln Lawyer, contó que esta historia está inspirada en esas miles de experiencias de migrantes bloqueados en la frontera, pero también en quienes, estando en Estados Unidos, han tenido que enfrentar situaciones difíciles o han caído en las “garras de la desesperación” y sólo han encontrado una manera de resistir, a través de la unión familiar o las amistades.
“Algo que me deja la película es estar abierto a los temas humanos, en este caso el migratorio; también el del migrante y cómo pueden caer en las garras de la desesperación y, sobre todo, la importancia de la unión familiar y las amistades, los lazos que haces en el transcurso de la vida, poner atención a esas relaciones, no soltar las buenas amistades”, expresó.
Una historia que nació en la cárcel
Para la escritura del guión, contó el director, él y Max Arciniega se adentraron en El Bordo de Tijuana, entrevistaron a migrantes y defensores de derechos humanos para documentarse, pero el detonante de la historia fue un personaje que conoció cuando una vez cayó en la cárcel durante mes y medio en Estados Unidos:
“Era alguien que predicaba en la cárcel y que tenía un año y medio encerrado. Muchas de las cosas que van a ver en la pantalla es como un conglomerado de historias que escuché mientras comíamos pastrami”, dijo el director, quien agregó que, a veces, “encontramos los tesoros más brillantes en los lugares más oscuros”.
Otro de los personajes entrañables de esta historia es el que protagoniza la reconocida actriz Mercedes Hernández, quien da vida a Doña Meche, una mujer que dedica su vida a ayudar a los migrantes más desprotegidos en Tijuana.
En entrevista, la ganadora del Premio Ariel como Mejor Actriz 2021, comentó que ha sido una gran distinción haber sido invitada a participar en esta producción que aborda un tema que concierne a todos y que trasciende el contexto político de Estados Unidos, donde Donald Trump ha regresado a las campañas presidenciales con su discurso antiinmigrante:
“Creo que, más allá del contexto de Estados Unidos, todos podríamos encontrarnos en una situación de migración. Yo soy hija de migrantes porque mis papás salieron de su comunidad en Oaxaca para llegar aquí a la ciudad y nadie me asegura que no me cambié después de país y sea nuevamente migrante. Nadie debería sentirse tan seguro como para discriminar a alguien más, porque en cualquier momento podemos estar en esa misma circunstancia”, dijo.
Talento joven
En la cinta destaca el trabajo actoral de London Garza, quien da vida a Sofía, la hija de Julián.
Durante el rodaje, la actriz tenía 9 años y su talento cautivó al director Alonso Álvarez Barreda desde la audición, así como a Omar Chaparro en el set:
“Omar me ayudó mucho, él estudiaba sus líneas conmigo. Sí lo vi como un padre de verdad mientras grabábamos y me daba gansitos cuando se suponía que él debía subir de peso”, contó la actriz en la función de prensa.
La producción
- Un Viaje al Corazón: The Wingwalker se estrena este 10 de octubre
- Director: Alonso Álvarez-Barreda
- Año: 2024
- Duración: 1 hora y 57 minutos
- País: México
- Género: Drama
- Productores Ejecutivos: Eduardo Gómez Monteverde, Max Arciniega, Omar Chaparro
- Producida por: Francisco Cordero, Ricardo Coeto
- Escritores: Alonso Álvarez-Barreda, Max Arciniega