Habitada por las almas en pena de la familia Harmon y fantasmas que la atormentaban, la primera temporada de “American Horror Story” habría de resultar tan opresiva y alucinante como la casona que compartían.
Ahora, este nuevo clásico del Gótico Americano está de vuelta con el título de “American Horror Story: Asylum”, una nueva historia que deja atrás los espíritus chocarreros para explorar el tema de la alienación y la locura, a través de los horrores de la vida en un manicomio de la costa este de Estados Unidos.
El formato de antología ha sido siempre un favorito entre los aficionados al horror. Series como “Cuentos desde la cripta”, “Historias del lado oscuro” o “La dimensión desconocida”, aterrorizaron a una audiencia que semana a semana –y siempre a altas horas de la noche– permitían la entrada a sus hogares a criaturas como vampiros, hombres lobo, demonios, espíritus chocarreros y alienígenas de dudosas intenciones.
Creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk, responsables de “Nip/Tuck” y “Glee”, esta serie resultó en un éxito entre los aficionados al género. Ha sido nominada a 17 premios Grammy –un récord histórico para una serie de televisión– y al Globo de Oro a la Mejor Serie Dramática, por no mencionar el premio a la Mejor Actriz de Reparto otorgado a Jessica Lange por su interpretación de Constance, la entrometida vecina de los “Harmon”.
Entonces los productores, inspirados por clásicos como “La profecía”, “El exorcista” y el suspenso de filmes como “Rebecca”, de Hitchcock, decidieron que esta nueva historia gire alrededor de los pacientes y médicos de un psiquiátrico de Nueva Inglaterra, locación que les permitiría explorar la frágil condición de eso que llamamos cordura a través de historias sobre exorcismos, canibalismo y asesinos seriales.
Está ambientada en 1960, época no tan lejana en la que uno podía ser fácilmente tildado de loco por presentar conductas socialmente inaceptables. La trama se desarrolla en un antiguo
hospital para tuberculosos, un asilo dirigido por el perverso Monseñor Timothy Howard (Joseph Fiennes) quien, con la ayuda de la Hermana Jude (Jessica Lange, aquí una monja en busca de redención y tiránica supervisora) y el misterioso Dr. Arthur Arden (James Cromwell), que utiliza a los pacientes como conejillos de indias.
A ellos se une Chloe Sevigny quien interpreta a Shelly, una ninfómana internada por su propio marido.
A partir de hoy, todos los martes en punto de las 11 de la noche, nos prepararemos para recibir en casa el delirante horror de esta historia.
