El año pasado Edilberto Peña de León, director de investigación del Instituto de Neurociencias, Investigación y Desarrollo Emocional (Incide) dijo que la ansiedad es la enfermedad se salud mental más común en el país. Al menos el 14,3 por ciento de los mexicanos sufre de trastornos de ansiedad generalizada.
De acuerdo a Antonio Cano Vindel, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, éstos son los síntomas para detectar un ataque de ansiedad:
Incremento brusco de la sensación de ansiedad y miedo
Taquicardia
Palpitaciones fuertes
Aumento de la temperatura corporal
Sudoración
Temblores
Sensación de irrealidad
Despersonalización (sentirse fuera de uno mismo) o desrealización (sensación de que lo que ocurre no es real)
Temor a morir, a perder el control o el conocimiento
Sensación de ahogo.
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Para designar un episodio como ataque de ansiedad se deben presentar además de la sensación de miedo y ansiedad, cuatro de los factores antes mencionados. Según Cano, lo mejor que se puede hacer es desviar la atención de los síntomas y así no agravar la situación.
Más que pasarle una bolsita de plástico para que respire en ella, cosa que no necesariamente ayuda a la causa, esto es lo que se puede hacer para ayudar a alguien que sufre un ataque de ansiedad:
Conversar con la persona activamente, para así distraer su atención de lo que cree que lo amenaza y conseguir que el afectado hable.
Tratar de calmar a la persona y recalcar que nada malo puede ocurrirle.
No llamar la atención hacia la situación y mantener en privado lo que ocurre.
Con información de Verne.
