La noche del 30 de septiembre la Cineteca Nacional se convirtió en un foro de discusión para traer el tema de la guerra entre Israel y Palestina entre sus asistentes, solo que la mayoría de los cinéfilos no lo sabía.
El furor por ver a Roger Waters en el inmueble era latente, cuerpos de seguridad privada encausaron a los fanáticos para entrar a las dos salas preparadas para el encuentro con Waters, sin tener caos o desinformación de por medio.
Y ante la noche lluviosa los ánimos no decayeron, el encuentro con el músico estaba abarrotado por completo ya que los boletos se agotaron apenas a horas de haberse puesto a la venta el 12 de septiembre.
Waters se presentó primero con el público de la sala 2 Salvador Toscano, para después pasar a la Sala 1 Jorge Stahl, la cual estaba propiamente llena de prensa y medios nacionales.
Sencillo y sonriente, el compositor se mostró agradecido por ver las salas llenas y expresar la importancia del tema del documental, ya que en Estados Unidos es prácticamente que se tenga un aforo disponible para mostrar el filme.
“Esta narrativa no es la narrativa que está permitida ser vista por todos los que viven en Estados Unidos (…) no hemos podido mostrar la película en ningún lado en Estados Unidos, ni un solo cine nos lo ha permitido ni en ninguna estación de televisión, y es sumamente importante que la cinta sea vista”, expresó Waters ante el público.
“The occupation of the American Mind” explica de manera ilustrativa con fragmentos de noticieros de todo el mundo, además con la opinión de especialistas, como es que en el conflicto armado en tierra santa se ha favorecido en los medios estadounidenses a Israel, perjudicando la imagen de Palestina, cuando en Europa se cuenta el otro lado de la historia.
“Lo que están por ver esta noche, y cada uno de ustedes se hará su propia idea, este debería ser un filme que no debería ser prohibido, clama por ser visto por una sociedad libre, y por supuesto Estados Unidos no es una sociedad libre”, indicó Waters.
Para quienes esperaban solo ver a Waters la recompensa se convirtió en sorpresa, ya que la labor humanitaria del cantante se vio reflejada en la narración del filme, al término de la proyección los asistentes seguían en las inmediaciones de la Cineteca Nacional, no por esperar ver al creativo aparecer, seguía el rumor y la discusión intensa en torno a “The occupation of the American Mind”, Waters logró el interés del público y dejó huella en la conciencia colectiva de los melómanos anoche.
La muestra del documental formó parte del programa de actividades del Focus Camp: Foro de distribución audiovisual el cual se realizó con apoyo de Cinema Uno, Una voz con todos, el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, el Fondo Mixto de Promoción Turística del Distrito Federal y la Agencia de Cooperación Global para el Intercambio Cultural A.C.
