Gran parte de las mujeres embarazadas sufren los estragos de esta etapa durante los primeros tres meses. De hecho, a nivel mundial, tres de cada cuatro mujeres los padecen.
Algunos de los síntomas son nausea, vómito y mareo. Aparecen principalmente en las mañanas, razón por la que se les llama “morning sickness”.
Hay remedios de topo tipo, entre ellos están comer ligero y durante varias veces en el día, también ayudan las galletas saladas, agua con gas y evitar alimentos con mucha grasa.
Pero una nueva alternativa podría ser la solución: el semen del padre.
Al menos eso recomienda el Gordon Gallup, psicólogo de la State University de Nueva York y especialista en conducta reproductiva humana.
Gallup dice que “las embarazadas sienten nausea porque sus cuerpos rechazan el material genético (semen) y lo ven como un cuerpo extraño”.
Pero que “ingerir el mismo esperma que causó el embarazo permite que el cuerpo lo tolere, aliviando esos síntomas”, agrega.