En un futuro los diabéticos podrían mantener a raya el nivel de azúcar en la sangre sin necesidad de someterse a varias inyecciones de insulina al día.
Esa es la posibilidad que abre el descubrimiento de una hormona llamada betatrofina, que aumenta el número de células beta del páncreas que producen insulina. La betatrofina estimula la reproducción de estas células en ratones a un ritmo 30 veces superior al normal.
Los humanos tienen su propia versión de esta hormona.
El experimento fue realizado por científicos de la Univerisdad de Harvard, quienes consideran que la betatrofina podría ser un tratamiento potencial para pacientes con diabetes tipo 1 (el cuerpo no produce insulina, por lo que no puede controlar el nivel de azúcar en la sangre) y con diabetes tipo 2 (resistentes a la insulina; con altos niveles de azúcar en la sangre).
De comprobarse su efectividad en humanos, las personas con diabetes podrían inyectarse la hormona una vez al mes o incluso una vez al año para que el cuerpo pueda controlar con precisión los niveles de azúcar en la sangre, produciendo de forma instantánea solamente la cantidad de insulina adecuada.
Sin embargo, Doug Melton, uno de los investigadores del estudio publicado el pasado 25 de abril por la revista científica Cell, advirtió que por el momento desconocen el mecanismo de acción de la betatrofina. Y no se ha demostrado su seguridad y eficacia en humanos.
Los experimentos podrían llevarse a cabo aproximadamente en unos cinco años. Antes, habría que producir grandes cantidades de la hormona, para comprobar su buen funcionamiento en animales.
Por lo pronto, los investigadores ya están colaborando con Evotec, una empresa alemana de biotecnología que cuenta con 15 científicos trabajando en la betatrofina, y Janssen Pharmaceuticals, una compañía de Johnson & Johnson que adquirió la licencia de la nueva hormona.